viernes, 10 de diciembre de 2010

Creacionismo

En pleno desarrollo de hostiles enfrentamientos entre ciudadanos por la ocupación de un espacio público, nuestra presidente ha anunciado -en un enésimo acto- que creará un ministerio de seguridad. También ha homenajeado -por enésima vez- a las madres y abuelas de Plaza de Mayo, indicando que los Derechos Humanos no son de izquierda ni de derecha (¿Habrán invitado a Hilda Molina?). También pidió disculpas a nuestros hermanos países por los comentarios "xenófobos" que se han vertido en las últimas horas por el intendente de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.

Observando el link que deposita la noticia desarrollada por el pasquín oficial, podemos captar el doloroso contraste de mirarse al ombligo cuando el descontrol circundante parece poner en riesgo creciente los problemas concretos e inmediatos de la ciudadanía toda.

Como es natural, la desidia oficial ha decantado en un nuevo proceso de derroche de recursos, ahora con el nombre de ministerio de seguridad. Es probable entonces que pasen un par de años hasta que su creación se perciba. Más adelante, muy probablemente comenzará a ingresar en él un ejército de burócratas especializados en tener siempre la respuesta correcta para preguntas incómodas, pero nunca las acciones concretas para incómodos conflictos.

Nuestra presidente está convencida -o mal asesorada- de que el anuncio de la creación de un ministerio de seguridad traerá calma y sosiego. Creer en ésta fantasía es similar a suponer que por que ha aumentado el numero de pólizas de riesgo, estaremos más seguros. Así es como ésta gestión piensa y traza su agenda, tirando posibilidades y montando farsas en lugar de afrontar los desafíos con acciones concretas. Es curioso que lo haga precisamente una administración que elevó como estandarte el hecho de estar en contra de las políticas de piloto automático de los años 90, cuando es precisamente el piloto automático en materia de seguridad y cumplimiento de la ley, el factor que está desencadenando una nueva tragedia social.

Pero a quedarse tranquilos argentinos, en breve estaremos más seguros y, como se acercan las fiestas, es muy probable que en un nuevo acto, con agasajo mediante, se decrete la creación del nuevo MINISTERIO DE FELICIDAD. Imagino quien será su flamante ministro, la persona con  más paz interior, ternura, templanza y sosiego, en fin, la persona con más felicidad de argentina; Hebe Pastor de Bonafini...