miércoles, 26 de octubre de 2011

Nace un mito, Néstor Corazón de Hormigón...





En medio del tremolar de humildes tumbas anónimas que susurran miles de historias de vida, una monumental fuerza de hormigón se yergue y eleva, sintetizando el sufrimiento de todas y cada una de aquellas anónimas almas, llevando a cuestas hacia el más allá, todo el compromiso del clamor popular...

viernes, 14 de octubre de 2011

Realismo mágico


"...La ideología de izquierda consiste en la construcción de la utopía (ejemplos van desde educarse gratis y con calidad, hasta la dictadura del proletariado). Y como las utopías no caben en el mundo real, deben implantarse a la fuerza, a través de lo que se llama la revolución...”. Esto es parte de un escrito reciente de Max Pavez al respecto del posicionamiento de la izquierda en América Latina,  por mi parte complemento el pasaje con un par de apostillas. 

Si hay algo que la izquierda latinoamericana ha intentado -y aún persiste-, es inducir en forma programática y conscientemente planificada, a aquella "revolución" y a la "toma de consciencia de las masas". Este intento no es sino también, otra forma de ficción y desconexión del mundo real del que nos habla Max Pavez, aunque lamentablemente es una ficción que ha costado millones de vidas a los seres humanos; estas experiencias revolucionarias eliminaron en forma sistemática e indicativa decenas de millones de personas. Lo llamativo es que a pesar de tal terrible y contundente prueba, por estos territorios todavía encontramos alelados que aún pretenden "la revolución", y lo sorprendente es que pretenden hacerla con las mismas herramientas y bajo los mismos preconceptos que sus seudo héroes. Así, 80 años después, pretenden con una hoz y un martillo, deconstruir un mundo de fibras ópticas, vectores autopropulsados y células madre. Hablan de burguesía y proletariado en un mundo de individuos que hacen lo que pueden para mejorar su calidad de vida, de suerte que hoy, el desarrollo del sistema provee más alternativas que hace 100 años. Son también los mismos que critican al capitalismo con una pluma, un bombo o un espacio en un canal de TV financiado por el estado -o sea nosotros-, sin advertir que, paradójicamente, se han transformado ya en grisáceos empleados públicos construyendo su SER sobre la base de la más arcaica forma de capitalismo inicial. Y ésta metamorfosis no ES sino otra forma de contradicción que mimetiza con la primera; Alelados doblemente! -¿Tal vez inconscientes?  ¿Alienados? ¿O más bien frustrados?-. 

Con todo -y aquí el misterio- nuestras sociedades los ha legitimado y los ha depositado ahí; dictando sentencias, digitando procesos educativos, planificando procesos productivos e intentando subvertir las instituciones -por considerarlas "burguesas"-. Es una dicha saberlos derrotados ab ovo y a medio camino en cuanto a metas, y es interesante indagar sobre el camuflaje que hoy esconde una esencia color sepia, reseca, quebradiza y con un fuerte hedor a paso del tiempo. También suele ser  divertido observar el barroco en el que decanta la concatenación de retorcidos conceptos para mantener a resguardo lo que por definición es pura contradicción; una apariencia clara para atraer adeptos a una esencia oscura, y una esencia oscura que pretende precisamente barrer con cualquier claridad del ser, sea en esencia o en apariencia. De ahí el camuflaje, el entrismo venéreo que tanto ha derramado por estos pagos, y que precisamente es el corazón de la dualidad que hoy late en estos cuadros "revolucionarios". O sea, esa contradicción de opuestos necesarios con la cual, el mentor de sus teorías -Carlos Marx-, pretendió ajusticiar a "los burgueses". ¿No retumba en nuestros oídos la siguiente frase?. "...éste la va de revolucionario y jamás tocó una pala, compra buzos GAP y cobra un sueldo del estado de 15 lucas...". ¿Usted que cree?. Estos telúricos personajes; ¿Serán entonces una nueva manifestación de la "clase burguesa" o estamos en presencia de verdaderos revolucionarios?. 

Observando el camuflaje que utilizan, el entrismo de su conducta y el grado de consciencia que poseen al respecto de su contradictoria apariencia (la cual deben defender a capa y espada para que no sea percibida en esencia -o sea en su "forma objetiva"- por el sujeto común, aquél que debe "tomar consciencia de clase"), sostengo que no es sino otra forma de burguesía diferenciada creada a la luz del capitalismo avanzado. Pero lo más divertido, aunque a la vez terrible, es que la gran mayoría de esos proto-revolucionarios -nuevos burgueses- ¡ni siquiera tiene idea de lo que acabo de escribir!. Cuán rica y generosa es América Latina!