domingo, 15 de mayo de 2011

Viajar en el tiempo

Hace aproximadamente treinta años, en una conferencia para el sector empresarial de Venezuela, Carlos Alberto Rangel era claro y contundente separando las atribuciones del mercado y el estado. Treinta años después, aquella contundencia y claridad, aparece hoy transformada en apología y manipulación mercantilista. El video que a continuación de estas letras observaremos, contiene un mensaje y una enseñanza que hoy se torna difícil -cuanto no imposible- transmitir; en nuestras sociedades hemos puesto en terapia intensiva al mensajero, aunque el mensaje sigue ahí, firme, incólume, puro, claro y contundente. ¿Qué tipo de proceso habrá logrado empujar tan sutil y antitética metamorfosis para poner de revés lo que va al derecho, pintar con oscuros conceptos claras definiciones, cambiar la mirada hacia el futuro por una introspección al pasado hipotecando el desarrollo?

Seguramente el proceso ha sido impulsado por mentes alineadas a esa especie de "liderazgo" intelectual de grupos como Carta Abierta y demás anomalías cibernéticas, aglutinadas por un lugar común de sencilla transmisión; de corazón a corazón. Probablemente es en éste punto donde la sencillez de aquél mensaje es invertida para subvertir su concepto. Aquel simple, diáfano y rotundo recado solo es posible aprehenderlo con el razonamiento, no con ésa especie de pasión telúrica que campea distorsionada. En fin, de neurona a neurona y no de no de corazón a corazón. No más palabras, veamos de que se trata el mensaje en estado puro.