sábado, 25 de marzo de 2017

TU DOLOR YA NO ME DUELE.


TU DOLOR YA NO ME DUELE.

Tu dolor ya no me duele porque al EXIGIRME que lo sienta terminaste por hartarme.

Tu dolor ya no me duele porque el dolor no se IMPONE; duele.

Tu dolor ya no me duele porque vi que tu único OBJETIVO se orientaba a lastimarme.

Tu dolor ya no me duele porque al verte transmitirlo con EUFORIA advertí que ese dolor nunca fue mío.

Tu dolor ya no me duele porque te ENOJABAS cada vez que no sufría como vos me lo exigías.

Tu dolor ya no me duele porque MANDABAS a escupirme cada vez que pensé libre.

Tu dolor ya no me duele porque te vi USARLO para arriarme.

Tu dolor ya no me duele porque ya, NO DUELE. Y te encargaste que así sea.

Tu dolor ya no me duele, tu dolor ya no lo sufro, tu dolor ya no lo pienso. TU DOLOR YA NO LO SIENTO.

Hoy, para mi, tu dolor no es más que un día feriado.


jueves, 16 de marzo de 2017

El triste camino piquetero.


Había una vez dos países con contrastes bien marcados. Uno cuyos escasos recursos no permitían el lujo del descanso y la falta de producción, y otro cuyo sobrante gestaba la falta de preocupación por un faltante; la opulencia que escaseaba en el primero eran los lujos que abundaban en el segundo. El primero se llamaba Japón. Y el segundo Argentina.

Con el tiempo, y casi como empujados por un designio de Heráclito, ambos países se transformaron en su contrario. Dado que los recursos no son lo que nos viene dado sino que se crean en producción, Japón comenzó a superar su estado de escasez para entrar en abundancia -su producción no paraba y crecía de manera sostenida-. Sin embargo Argentina pasó de la bonanza de lo dado a la penuria del faltante debido a sus permanentes frenos a la posibilidad de producir, y fue depositada lentamente en la dependencia de lo dado. El país con recursos escasos se transformó en un lugar de abundancia en tanto que el lugar de abundancia se volvió un país de penuria permanente.

Todo continuó y los ciudadanos del país que pasaron de la escasez a la abundancia no mostraban la jactancia de su condición, puesto que prácticamente no habían advertido su crecimiento al tomarlo como parte de sus obligaciones a partir de la escasez. En tanto en Argentina, y de manera llamativa, los ciudadanos que habían pasado de la abundancia a la escasez se mostraban jactanciosos de su estado; se enorgullecían quienes paraban la producción y sentían culpa quienes querían impulsarla. Y así, allí donde la escasez crecía también lo hacía el orgullo por forjarla. Sentirse "piquetero" -denominación que se le dio a los especialistas en cortar la circulación y la producción- pasó a ser una cuestión nacional y popular, aunque la triste historia de este país encaminado a la miseria aún deparaba un problema adicional.

Llegó un día en el cual "los piqueteros" se quedaron sin sentido; desaparecieron los recursos con los cuales se calmaban -porque ya nadie los producía-, y desaparecieron los lugares donde cortaban para hacerse escuchar mediante el daño -porque ya nadie circulaba-. De esta manera, y en ese contexto, el grito de "piqueteros carajo!" sellaba la foto histórica de una triste imagen en un país miserable: un lugar en el cual sus habitantes confundían el dolor de vientre causado por el hambre con el malestar estomacal posterior a un atracón.

Y así, la jactancia de ese país terminó manifestándose en el "pogo más grande del mundo". Tan inmenso fue su resultado que hasta sorprendió a todo Japón, aquel pequeño país que había pasado de la escasez a la abundancia y que ahora vendía vuelos turísticos para observar, casi como quien visita un zoológico, el espectáculo que brindaban los argentinos; todos juntos y a los saltos empujándose desesperados, compitiendo por tomar los paquetes de arroz y polenta más abundantes que iban cayendo en paracaídas desde los Hércules de la ONU.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

lunes, 6 de marzo de 2017

La Mentira Política y la Obstinación por la Chapucería.

En las últimas horas comenzó a circular un vídeo de 5 minutos en donde un grupo de artistas y académicos enrolados en el colectivo K -al que llaman "colectivos culturales organizados"-, y dirigidos por el ex Director de la Biblioteca Nacional y líder del grupo "Carta Abierta", Horacio González, intentan recrear lo que sería Argentina desde el 10 de diciembre de 2015 a partir de la gestión de Mauricio Macri. El título de la obra se llama "la Argentina Detenida".

El formato que han elegido para transmitir el mensaje es del tipo "mannequin Challenge", un formato que en los últimos meses se ha convertido en una especie de estrella que se ha viralizado. Entre otras pequeñas sutilezas, a trazo grueso, este formato consiste en congelar una situación y cuyos protagonistas parezcan maniquíes. Las variantes se dan según dirección y mensaje que pretende transmitirse. También la forma de la postura de inmovilidad general. Así, se puede transmitir desde un sufrimiento hasta una alegría y desde la reacción previa ante la proximidad de una tragedia hasta una satisfacción. Una de las ideas es congelar instantes y mostrarlos inamovibles para que el espectador pueda reflexionar sobre los mismos y reflejarse en ellos ante las diferentes situaciones. El vídeo en cuestión lo dirige la esposa del señor Horacio González, la folklorista Liliana Herrero. Voy a dejar algunos comentarios al respecto.

El nombre de esta obra es demasiado predecible, no hay ni la más mínima sutileza o idea para metaforizar el título respecto de la esencia del guion. Muy pobre de pensamiento quien pensó poner como "Argentina Detenida" a un guion en donde todos están congelados y en el cual se pretende transmitir un mensaje de detenimiento; es como explicar un chiste antes de esperar si éste será o no captado.

Luego podemos ver una mujer tirada en el piso envuelta en un cuero de vaca, clara alusión del horror al sector ganadero que esta gente monta. Y no es un horror vegano, sino un horror político. En esta gente, el horror político hacia el sector que los ha alimentado por décadas mediante la creación de recursos con los cuales han realizado "sus artes", es como el título aniñado que pretendieron para esta obra; de mínima estatura y con cierta estupidez. El vegano sería un horror aceptable...

También llama la atención que en estos 5 minutos intentan decirnos que "los logros" de las clases populares que ellos apoyaron quedaron truncos, inamovibles. Como es obvio, en el formato intentan mostrar cierta linealidad de los procesos históricos; avance, freno y retroceso. Pero en ese devenir llama la atención los artefactos que han seleccionado para mostrar la inmovilidad de lo bueno que venía en movimiento hasta que llegó la "bestia negra" del macrismo. Lo que han elegido sorprende por el descalce histórico. Es como una especie de "Jurasic Park" de ciertas formas de producir que habría quedado congelada. Hay obreros en máquinas oxidadas cuya geometría muestra que solo un milagro hizo que aún pudiera subsistir en 2015, es una máquina extinta en la década del 50. También vemos un surtidor de nafta mecánico, otro elemento que ha dejado de existir hace prácticamente 6 décadas. Podemos ver personas (entre las cuales se encuentra la actriz Rita Cortese) envueltas en diarios de papel y facturas de servicios. Rita Cortese habla por un teléfono de línea de marcado mecánico, algo que prácticamente ha desaparecido de la faz de la tierra. Las personas envueltas en diarios nos estarían diciendo algo así como que hemos sido envueltos por el "discurso hegemónico" -otra muy predecible imagen-. Hay un especialista en fotografía con una máquina de la década del 70 y, como no podía ser de otra manera, podemos ver a la infaltable madre de plaza de mayo en posición dramática. El centro de la escena, claro está, es Horacio González leyendo un libro en un sillón, reflexionando...

Todo podría perdonarse si al menos se viera que hay una mínima pizca vintage (está de moda), pero la falta de gusto estético y la inmovilidad de neuronas no logra que lleguen ni a advertir esa pequeña ayuda ante la falta de infraestructura de la cual, se nota, cuentan (ya no está la billetera pública).

Nunca imaginé que el patetismo de un grupo de intelectuales podría cobrar tamaña envergadura. Pretenden denunciar el retroceso supuesto al que llevará una nueva gestión, mostrando supuestos avances amenazados en imágenes de formas de vida en franca extinción o ya extinguidas. Si el título de la obra es de una falta de vuelo llamativa, el guion de la misma es de una falta de lucidez y sofisticación que realmente alarma; ¿esta gente es la que cree que forma parte de una vanguardia artística y desde ese lugar osa ironizar y mofarse de quienes no están alineados en sus pantomimas?

Recomendaría para el próximo vídeo, si es que lo hacen en formato "mannequin challenge", las siguientes imágenes para que intenten congelar: Un grupo de personas amontonadas adentro de un vagón de tren, otro grupo de personas flotando como cadáveres en algo que simule ser una calle inundada. Mujeres con sus rostros desfigurados de horror, congeladas mirando a los ojos a un policía que, con su rostro claramente inerte ante la situación, simula estar comunicando a la mujer que su hijo ha muerto en un intento de robo. También otro grupo de personas gritando congeladas que necesitan luz y gas. No debe faltar una familia en el living de su hogar con caras largas que denotan haber tenido una cena de discusión y, como fondo, una pantalla led (no un TV en blanco y negro) en la que se ve la sigla "Cadena Nacional".

Creo que tendría un poco más de vuelo como denuncia artística ente una injusticia. ¿No les parece?