jueves, 17 de diciembre de 2020

Argentina está sangrando.


Que se establezca como necesaria una Secretaría de Menstruación dentro del Ministerio de Géneros y Diversidad está mostrando algunas cosas.

- Que económicamente estamos muy, pero muy mal, peor de lo que pensamos (porque supuestamente esta Secretaría manejaría fondos para entregar a mujeres en situación vulnerable elementos con los cuales afrontar el proceso menstrual).

- Qué educativamente estamos muy, pero muy mal, peor de lo que pensamos (porque supuestamente esta Secretaría debería coordinar equipos de trabajo en temas de educación menstrual para mujeres que están en situación vulnerable).

- Qué socialmente estamos mal, pero muy mal, peor de lo que pensamos. Porque eso que se llama "tejido social" está completamente deshilachado (evidentemente esta necesidad está mostrando que la relación entre esas madres e hijas se desarrolla en peor condición de transmisión que la de los animales, porque hemos llegado al punto en que esas madres no alcanzan a la abstracción mínima para transmitir a sus hijas la experiencia menstrual y el protocolo más básico de esa parte de la existencia humana).

Yo no festejaría ni militaría como un logro o una victoria el hecho de impulsar la creación de esa Secretaría, no hay nada que celebrar si hemos llegado a tener, como política pública, la necesidad de asistir la menstruación femenina. ES UNA TRAGEDIA. Por esto me choca ver mujeres sacándose la foto haciendo la V de la victoria portando un nuevo color de pañuelo, ahora el naranja. Ante esto deberían estar con el pulgar hacia abajo y, sin alardear, trabajar en silencio para paliar este increíble estado de situación argentino en el siglo XXI.

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