jueves, 19 de noviembre de 2020

Isidoro Argentino, la historia de un país.


Isidoro Argentino tiene un ingreso de 25 mil pesos por mes y decide un gasto de 96 mil pesos con tarjeta, el cual afrontará en 12 cuotas de 8 mil pesos por mes cada una. Isidoro Argentino no ha sido educado en lo más básico de las artes de administración y por lo tanto no advierte claramente que deberá vivir -durante esos 12 meses-, con 17 mil pesos (25 mil pesos menos 8 mil pesos de cada cuota mensual). No obstante ello, tampoco tiene muy claro que no debería consumir más con su tarjeta y deberá adecuar sus gastos a ese nuevo número de 17 mil pesos para disfrutar sin sobresaltos su compra de 96 mil.

Promediando el mes siguiente llega el primer resumen de su tarjeta, pero Isidoro Argentino ya ha gastado 15 mil pesos de los 25 mil pesos de su ingreso. Advierte que debe afrontar la semana y media que aún resta del mes hasta el próximo cobro, con 10 mil pesos. Sin embargo advierte que debe utilizar 8 mil de esos 10 mil para pagar su tarjeta. Hace cuentas y concluye que dos mil pesos no alcanzan a cubrir lo mínimo para vivir los próximos 10 días hasta el pago de su salario. Entonces decide pagar el mínimo de mil pesos para poder vivir el resto del mes sin ajustarse demasiado. Como no advierte el peligro de esa conducta (puesto que no está educado en administración), entiende que el mes siguiente de alguna manera se acomodará "gastando un poco menos".

Al mes siguiente Isidoro Argentino cumple con su conducta y logra vivir los primeros 20 días con 10 mil pesos, guardando 15 mil para destinar 8 mil a su tarjeta y, de continuar su ajuste, vivir los 10 días restantes con 7 mil pesos. Pero deviene nuevamente la sorpresa; el resumen de su tarjeta indica que deberá pagar 19 mil pesos (8 mil de la cuota, más 7 mil que quedaron del pago mínimo anterior más 4 mil de intereses por esos 7 mil que habían quedado). Angustiado, Isidoro Argentino decide volver a pagar el mínimo, que ahora es de esos 8 mil pesos que tenía destinado, pero en 19 mil de resumen. En el segundo mes, entonces, Isidoro Argentino deberá vivir con 7 mil pesos los últimos diez días y dejará 11 mil pesos de deuda flotante que acumulará intereses hasta el próximo resumen del tercer mes. Ha comenzado un sufrimiento que Isidoro Argentino siente e intuye, será creciente, sin embargo no alcanza a captar su dinámica operativa con el criterio racional suficiente como para poder poner fin a esa tensión y diagramar una solución lo menos dolorosa posible para sus finanzas personales.

Se aproxima el resumen de su tarjeta al tercer mes e Isidoro Argentino está preparado: solo vivió los primeros 20 días del mes con 8 mil pesos, por lo cual está confiado en comenzar a corregir su problema. Pero la ley del garrote y la zanahoria es difícil de soslayar -lamentablemente Isidoro Argentino eligió el garrote en el primer mes-; al llegar el resumen del tercer mes éste muestra la friolera de 25 mil pesos (11 mil de deuda flotante más intereses más 8 mil de cuota). Isidoro Argentino se desespera y decide cortar por lo sano con eso que, advierte, ya no podrá frenar (ahora tiene 17 mil pesos y sabe que, aunque decida vivir con dos mil pesos los diez días restantes del mes y dejar 15 mil pesos para pagar el resumen, ya no podrá frenar el monto exorbitante de deuda flotante y pago de intereses). De esta manera va a una financiera de barrio a pedir 20 mil pesos a sola firma para saldar el monto total de deuda de su tarjeta. Los obtiene y se retira tranquilo, va silbando a pagar su tarjeta. Siente que ahora le sobran recursos y lo peor ya pasó; 20 mil en el bolsillo, más 5 mil (de los 17 mil ahorrados) con lo cual pagará total el monto de tarjeta y tendrá 12 mil para vivir holgado los diez días restantes del mes. Y así lo hace.

Al cuarto mes gasta 10 mil en los primeros 20 días, para no tener sorpresas desagradables. Viene la tarjeta y efectivamente, puede pagar 8 mil pesos con 15 mil que aún dispone. Tranquilo llega a su domicilio pensando que tiene 7 mil pesos para vivir los 10 días que restan del mes. Pero suena el teléfono. Lo llaman de la financiera de barrio diciendo que tiene 24 horas para pagar la primera de doce cuotas de 7 mil pesos con las cuales el mes anterior obtuvo 20 mil pesos a sola firma, so pena de duras represalias. De esta manera, Isidoro Argentino -un analfabeto financiero-, se queda sin dinero faltando 10 días para cerrar el mes y comenzará a gastar a cuenta con su tarjeta de crédito. Olvidando que al mes siguiente deberá pagar 8 mil por la quinta cuota, más 7 mil de gastos por vivir los diez últimos días del cuarto mes, más 7 mil de segunda cuota de la financiera de barrio.

El quinto mes Isidoro Argentino cobra 25 mil pesos y deberá destinar, solo por pago de deuda, 22 mil pesos (prácticamente el 90% de sus ingresos destinados a pagar deuda). De esta manera Isidoro Argentino deberá vivir el quinto mes con 3 mil pesos -siempre que pretenda vivir, a partir del séptimo mes, con 10 mil pesos libres luego de cubrir la deuda adquirida de 15 mil pesos fijos por mes y luego de cubrir los 7 mil adicionales del gasto de tarjeta por los últimos 10 días del quinto mes. Pero para ello Isidoro deberá hacer un ajuste brutal en sus gastos.

44 millones de Isidoros Argentinos pueden formar un país y, comportándose de esa manera, nos pueden mostrar lo necesario para comenzar a comprender nuestras marchas y protestas de cada día. Esas del tipo; "Fuera el FMI" "luchemos contra el neoliberalismo" y "el imperio nos quiere dominados y endeudados".

Así somos, así estamos, así nos educamos.

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