miércoles, 29 de mayo de 2019

La militancia nacional y popular.

- Jamás admitirán falencia alguna, pero señalarán las tuyas aprovechando tu don de gente.

- Cuando hablan de política nunca intercambian una idea si no es por imposición de la suya.

- Asesinan la razón y se entregan con sumisión al verticalismo de la organización.

- Detestan objetivos dimanados por el pensamiento, solo abrazan causas movidas por deseos.

- Se sienten ungidos por la historia para cambiar la historia, aunque no advierten el histórico fracaso de quienes sintiéndose ungidos por ella creyeron cambiarla.

- Suelen andar desalineados y desafiantes, en manada y nunca solos.

- Desconfían del individuo.

- Cuando muestran sosiego y templanza hay que prestar atención, pues se están camuflando para buscar un flanco abierto para poder atacar.

- Sus parámetros son pendulares y dicotómicos: Buenos o malos, justos o injustos, nosotros o ellos, vencer o ser vencidos, ricos o pobres, comprometidos o tilingos, cipayos o nacionalistas, elitistas o populares. Todos y todas...

- Saben sacar ventaja de la coyuntura y utilizan con sagacidad las circunstancias a la que nos exponen las desgracias.

- Sin un líder se sienten nadie.

- Y con uno se creen omnipotentes.

- El contrapunto es su alimento, el acuerdo un veneno letal.

- No ven en la conciliación ganancia alguna sino una pérdida implícita.

- Jamás contestan una pregunta en forma clara, aunque intentarán imponer la suya en forma oscura.

- Desconfían de las siguientes palabras, las cuales pronuncian a regañadientes intentando cambiar sus significados:

  • Libertad; solo la pronuncian con un sentido de liberación de masas, manipulando el concepto original porque intuyen el verdadero sentido del mismo, o sea, su espíritu liberal por excelencia.
  • Individuo; solo se pronuncia si es como parte de un sentido colectivo, están convencidos que la esencia de esa palabra nos envilece.
  • Ambición; antes de mencionarla anteponen la palabra "sana" puesto que la consideran enferma de nacimiento.
  • Empresa; recelan del espíritu emprendedor como bien social empujado por la búsqueda de un mérito individual, solo aceptan una empresa cuando se pone de manifiesto en forma explícita su condición de cooperación colectiva.
  • Propiedad; solo digieren la apropiación después de ser tamizada por la tribu, intentan siempre erosionar derechos que puedan ser sustento de propiedad privada y enaltezcan el fruto del quehacer individual.
  • Dialogo; consideran que es una zoncera en la que caen los incautos y mediante la cual, ocultos poderes, succionan la sangre del movimiento.

- Tienen adicción por los adjetivos descalificativos: cipayo, tilingo, vendepatria, gorila, zonzo, careta, cheto, neoliberal. Son acusadores seriales.

- Si bien sus preconceptos están plagados de lugares comunes detestan el sentido común.

- Son víctimas por sobre todas las acciones y circunstancias.

- Tiran al crematorio todo atisbo de ideas nuevas ya que viven de otras muertas que mantienen embalsamadas.

- Desfallecen por lugares de poder.

- Aman adularse entre si y organizar escraches al resto.

- Luchan contra la propiedad, aunque se dejan poseer por completo por la voluntad de sus líderes.

- Adoran las banderas, aunque detestan las diferencias.

- Pretenden luchar por la liberación, aunque enalteciendo las fronteras.

- Denuncian la colonización cultural mirando el logo de nuestras zapatillas y los dibujos de nuestras remeras, aunque gritan la acusación a los cuatro vientos apoyándose en amplificadores Marshall, tocando guitarras Fender Telecaster y saltando al ritmo del más puro Punk-Rock anglosajón.

- Desconfían del profesionalismo, les desagrada la postura simétrica de una persona especializada a la vez que consideran romántica la reconciliación tribal entre malón y humanidad.

Y entran en trance en los actos voluminosos donde compiten por demostraciones de lealtad, pueden llegar a matar para ganar un par de metros que les posicionen más cerca del líder -esté éste vivo o muerto-.


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