viernes, 21 de enero de 2011

Fontova sus amigos y el patetismo ilustrado.

Observemos el coro de la imagen que acompaña estas palabras, el sentido estético que emana la misma nos deja intuir el sentido artístico allí presente. Se trata de un grupo de personajes que se han congregado para hacer una canción homenaje al fallecido ex-presidente Néstor Kirchner.

Dado el contenido que nos muestra el momento no sería ocioso utilizar parte de las regalías de la obra en un algunos asesores de imagen, siempre que la pretensión del sentido homenaje pase también por acaparar algunos votos la campaña 2011 -cosa muy probable-.

El "nihilista" Horacio Fontova parece haber encontrado su destino, finalmente hay un "gobierno que le cierra", es por ello que ha encarado tamaño proyecto cultural y estético. Debe haber sido magistral y titánica la tarea de brindar un merecido homenaje con tan variopinto elenco. Indaguemos entonces algunos destellos de lo que nos deja ver la imagen que muestra en pleno el proceso de grabación de la sentida obra.

El personaje de la derecha presenta, de abajo hacia arriba, la siguiente combinación; zpatillas Pony, modesto y contradictorio calce para apuntalar el proyecto Nacional y Popular. Cubriendo sus piernas la vestimenta distintiva de los Estados Unidos y que inundó al mundo por su versatilidad y eficiencia, el clásico jean. Pulsera de oro en su muñeca derecha que muestra no solo de que lado está la ambición, sino también un contraste estético entre el brillante acompañamiento de tal clásico colgante y el opaco conjunto que lo rodea, chaleco y remera oscura que hacen pensar en marcas como Salomon, Ona Saez o Nike. Es una lástima que la vestimenta no deje ver la inscripción que subyace en la remera, aunque me atrevería a decir que no está en castellano, guaraní o quechua. Finalmente, barba a medio crecer y bigote a la mexicana acompañado con un cuidado corte en vertical sobre la pera y hasta el labio inferior. Del brazo derecho, en el que descansa la reluciente y seguramente costosa pulsera de oro, se deja ver un tatuaje, es probable que de algún personaje popular como Ernesto Guevara, una combinación estética digna de un guiso criollo, donde hay de todo un poco y el conjunto es una "bomba de sabor".

A su lado tenemos a otro personaje que presenta aproximadamente la misma estructura, aunque con sutiles diferencias. No se observa un pelaje con cierto cuidado como el anterior, sino más bien que su aversión a las tijeras parecen haberlo depositado en un término medio entre un artista del Funk negro de Estados Unidos, y un guerrillero foquista que ha llegado hace instantes de la sierra maestra. Camisa prolijamente desalineada y nuevamente la vestimenta emblema del imperialismo Americano; el glorioso jean, aunque en este caso se nota que no guarda simetría el talle con el volumen de sus piernas, seguramente un desproporcionado abdomen conspira en el calce de tal clásica tela. No se alcanza a distinguir claramente el calzado, pero no se observan sandalias quechuas ni alpargatas peronistas, sino algo parecido a un buen calzado Timberland o Caterpillar.

Horacio Fontova, como buen nihilista hace honor a su actitud en su vestimenta; indescifrable combinatoria. No se percibe si porta una camisa que queda grande o un poncho con mangas que queda chico. También podría ser un kimono mal calzado. Perfectamente afeitado Horacio Fontova ha desplazado su largo pelaje hacia atrás para parecer un poco más formal a la hora de mostrarse líder. Su pantalón parece indicar que él sí, ha superado ya su alienación y no lleva consigo asa vestimenta manufacturada al más punzante, carcelario y explotador sistema fordista, el blue jean. Al menos es un avance importante.

Contiguo a Fontova tenemos a otro personaje que ha quedado a medio camino entre un farmer americano al estilo Charles Ingalls y un digno discípulo de la mano de obra operativa impulsada por el Che y teorizada por Regís Debray; el guerrillero de guerrillas. Aunque la escasa prominencia de sus pectorales y hombros hace pensar que no ha pasado ni cerca de agarrar un pala para hacer una trinchera cuanto que tampoco una hoz y un martillo para labrar la tierra o un pedazo de metal pesado. En este pintoresco personaje nuevamente el jean combina prolijamente con una camisa que calza ajustada por un cinturón de cuero negro, clásica vestimenta que marca el resultado de la optimización productiva del capitalismo para vestir dignamente a sus obreros fuera de las fábricas...

Finalmente, como no podía ser de otra manera en tan sentido homenaje, tenemos la infaltable imagen de ternura a la vez que dolor representada en una mujer comprometida portando en sus manos un tierno pingüino con el que han emparentado al fallecido ex-líder. Es irónico pensar que esta gente, que se especializa en criticar al águila calva americana, se haya enamorado de un líder al que representan con un ave que no vuela. En definitiva, todo un retrato para mistificar la nueva imagen paterna de la política nacional.

¿Usted qué cree? ¿Serán estos personajes los que iluminen el destino artístico de un proyecto Nac&Pop? ¿Serán los acordes similares a la estética que se observa? ¿Podrán captar la atención del público para asegurar un sentido homenaje a Néstor Kirchner?. Entiendo que si han captado la mía podrán hacerlo con cualquiera de ustedes; ¿No es así?.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me descostille de risa! jajaj, muy bueno!! pero muy bueno! voy a leer más de este blog que hace unas horas descubri. Un abrazo

Anónimo dijo...

Fina la ironía, pero creo que es un golpe bajo al negro Fontova. Igual, si se metió en esta movida, deberá aguantarse golpes como éste que a decir verdad, no está remanido con lo que se observa. Bastante bizarro todo, una lástima que Fontova haya pisado el pasto. German

Anónimo dijo...

Fina la ironía, pero creo que es un golpe bajo al negro Fontova. Igual, si se metió en esta movida, deberá aguantarse golpes como éste que a decir verdad, no está remanido con lo que se observa. Bastante bizarro todo, una lástima que Fontova haya pisado el pasto. German

Jorge Cerrigone Lloyd dijo...

Germán, más allá de realizar o no un homenaje, incursionar o no, desde el su arte en la política, creo que puede hacerse desde un lugar que cuide los detalles, la estética. Uno observa esa imagen y no solo detona una reminiscencia de Crónica TV y la visita de un personaje bizarro al mejor estilo "Zulma Lobato" o "Amigacho", sino también se observa un nivel de improvisación y desparpajo para con las formas que es realmente llamativo. Seguramente algún trasnochado pensará; "que careta este chabón..." una cosa es ser careta y otra tener mal gusto. Creo que no estoy en ninguno de ambos estándares. Saludos!

Anónimo dijo...

jorge me das pena, horacio es un artista, tendras que recorrer mucho para encontrar uno como el, los otarios que escribieron esto son mezquinos mediocres

Anónimo dijo...

y si ...jorge...!!!! sos un careta...!!!!!!!!!!

Jorge Cerrigone Lloyd dijo...

El ser; Pero...¡Que facil definirlo! ¿Verdad? Te ayudo:

Yo soy careta
Tú eres careta (¿o que cosa eres?)
El es careta
Nosotros somos caretas
Vosotros sois caretas
Ellos son caretas

Te felicito, has llegado al tuétano del ser...