viernes, 15 de diciembre de 2017

El golpe de Estado se intentó.


Voy a intentar poner claridad sobre lo que pasó ayer.

Nosotros vivimos bajo un sistema democrático en donde hay estamentos de representación para dar curso a los problemas de la comunidad. En este sistema hemos delegado en el Estado la potestad y el monopolio de brindar seguridad, legalidad, justicia y legitimidad de gobierno (no quiero abrir el debate sobre si debe o no existir el Estado o si debe o no brindar educación y salud). De esta manera, por caso, si alguien quita la vida a otra persona, el Estado certifica o descarta la legalidad o legitimidad de ese acto condenando o exculpando.

El gobierno y la legitimidad del mismo se articula sobre un proceso electoral, en donde diferentes partidos presentan sus propuestas y el, o los ganadores, acceden a los puestos por los cuales se presentaron. Aquí es importante no confundir gobierno con Estado; forman parte del gobierno de Estado todos aquellos que tienen una banca en la cámara de representantes y no solo quienes ganaron o tienen mayoría. Hoy, el arco completo que va desde el Partido Obrero hasta Cambiemos forma parte del ejercicio de gobierno de Estado; todos forman parte del gobierno en el sentido de la representación formal bajo el sistema democrático con delegación de facultades representativas -tal como se ha indicado más arriba y como lo señala nuestra Constitución-.

Desde el gobierno de Estado, la principal función a la cual deben entregarse sus parlamentarios es la de hacer cumplir las atribuciones del Estado, y esto es indispensable para poder ejercer gobierno. Y poder ejercer gobierno es indispensable para poder expresar la voluntad de los representados dentro de todo el arco de representatividad (desde el Partido Obrero hasta Cambiemos).

Si hasta aquí se comprendió el nexo que corresponde a los roles institucionales de cada figura pública y su relación con la representación que portan, entonces va algo que creo que no se captó claramente en el día de ayer. Tanto los Diputados del oficialismo cuanto que también de la oposición deberían haber estado atrás de las fuerzas de seguridad apoyando para que sus representados no sobrepasen las atribuciones institucionales por las cuales votaron en elección libre y voluntaria.

Más claro; tanto Leonardo Grosso, Nicolás del Caño y Axel Kicillof, cuanto que también Emilio Monzó, Nicolás Massot y Elisa Carrió, deberían haber estado del mismo lado ante el descontrol callejero; del lado de la fuerza pública intentando controlar la situación y no peleando contra la fuerza pública porque ésta “es represora”. Sin embargo los tres primeros estaban del otro lado, no solo incumpliendo su rol de representante para con sus representados, sino incumpliendo su rol de Diputado para con el reglamento público. ¿Eso es intento de golpe de Estado? Formalmente si.

Habrá que ver si ese intento es por estupidez o de manera premeditada. Pero que es un intento de golpe, no tengo ninguna duda. Y acabo de explicar claramente por qué.



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