lunes, 26 de septiembre de 2011

La persistencia de pepe...

José Nun ha indicado hace unas horas que si se suman los patrimonios de Bill Gates, Warren Buffet y Carlos Slim, éstos son superiores al PBI de 47 países del contexto de naciones. Altisonante definición para activar la adrenalina justiciera de cualquier persona que tenga un mínimo de eso que algunos llaman “conciencia social”.

Hay, sin embargo, algunas incongruencias de la misma que es de especial interés poner en claro para que el lector u oyente desprevenido, no caigan en el tan acostumbrado lugar común antisistema. En principio, una diferencia sustancial para poner claridad a la falsedad de aquella conclusión de Nun, es diferenciar claramente que se trata de igualar comparativamente una medida flujo y otra stock. El PIB es una medida flujo, dado que es una aproximación temporal de un proceso de circulación acumulativo en una determinado período de tiempo. El patrimonio de una persona, por el contrario, es una variable fondo, o stock. El ingreso, paralelamente, podemos tomarlo como una medida remunerativa por un servicio prestado que puede ponderarse en stock de activos, en canasta de compra, o en cualquiera de los bienes y servicios a disposición de compra en el mercado. Así, esta medida es más cercana al concepto de stock que al de flujo, en el sentido que pretende ponerlo el ex ministro; primera falacia de Nun, al descubierto.

A partir de aquella definición, el ex ministro sostiene que, “efectivamente hay una lucha de clases; ¿como dudar de ello ante semejante asimetría?”

Sería interesante plantear, tomando su propio estilo, también la siguiente comparativa. “Si sumamos el incremento en las declaraciones patrimoniales de los 100 primeros políticos activos en las posiciones más altas de la función pública, podremos observar que el acumulativo sobrepasa en aproximadamente 1000% los ingresos del primer millón de personas que dependen en su consumo del valor de sus salarios en el sector privado”. Luego concluiríamos entonces –haciendo las jugarretas de Nun-, que el 0,001% de las personas de un país, las cuales están dedicadas a la función pública, se queda con el 99,9% del valor agregado que genera la actividad privada. Hermoso panorama; ¿Habrá estado en lo cierto Nun con aquella definición y yo estaré en lo cierto ahora, o será a la inversa?

Otro juego interesante, y que seguramente no despreciaría ni Gates, ni Buffet y menos que menos Slim, sería, bajo estricta recomendación del ex ministro, cambiar de lados los flujos de fondos. Si los tres reúnen un total de 100 mil personas que dependen en sus salarios de sus empresas, y el promedio de remuneraciones por sueldos desde las posiciones más altas hasta el núcleo operativo más bajo es de 3000 dólares, entonces, mes a mes, podríamos cambiar el concepto remunerativo. Daríamos cada primero de mes a aquellos tres líderes denostados por Nun, la friolera de 300 millones de dólares, o sea, 100 millones a cada uno, mil doscientos millones anuales, 12 mil millones en 10 años. El problema radicaría en que los 100 mil trabajadores deberán, de alguna manera, mantener el stock de activos de la remuneración de sus trabajos con la misma experticia que lo hacen los tres personajes citados, los cuales estarán en una isla probablemente disfrutando de la mejora relativa que significó el cambio de lados en el flujo de caja –a ciencia cierta estarían generando otro emprendimiento, la madera de la que están constituidos Gates, Slim y Buffet, no esta tallada para estar echados-.

Pero sería interesante también pensar en como administraría aquellas empresas un burócrata como Nun, o uno como Jaime, o bien otro como Mariotto; ahí si que seguramente tanto unos como otros tendrán poco para repartir. En el caso del ex ministro de transporte, destinará los recursos a financiar fiestas en Punta del Este y compras de jets y yates. En el caso de Nun, los recursos probablemente se escindan en un platónico éter. Si Mariotto fuera el administrador, probablemente aquellas empresas de electrónica se transformen en fábricas de cableado de cobre, con diversificación en amplificadores valvulares y tocadiscos con radio incorporada…

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