¿Es posible que empachados de pronunciar la palabra memoria, hayamos perdido el recuerdo de ver a Aníbal Ibarra caminando por Buenos Aires con un celular intercambiando logística a distancia para que le envíen saludadores "a medida"? ¿Cómo es posible que un patético personaje que, al gesticular forzadamente sus argumentaciones, nos muestra claramente lo mendaz de su ser, más allá del contundente video que pulveriza cualquier defensa? Hoy anda con la escupidera intentando transformarse en la vedette denunciante ante el problema de la puja policial que subsume al jefe de gobierno porteño y la ministro Nilda Garre; la hiena campea famélica en busca de carroña...
1 comentario:
Bueno, para empezar la inteligencia de Ibarra quedó demostrada cuando empezó a juntar firmas por el tema de Cromagnon sin tener el aparato político para juntar suficientes firmas.
En vez de haber hecho esa estupidez hubiese llamado a una votación vinculante para decidir si se quedaba o no, ya que la mayoría de las encuestas le daban en forma favorable.
Pero bueno, eligió hacer lo más estúpido y Macri no perdió el tiempo para hacerle un juicio político...
Saludos!
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