viernes, 6 de agosto de 2010

Tomando partido

Como es de público conocimiento, el ex-presidente argentino Néstor Kirchner lidera la Unión de Naciones del Sur -UNASUR-, una institución supranacional que se pretende, impulse un ambicioso proceso de unión regional ampliado desde lo político, económico y social. En este sentido podemos observar que hay sobradas experiencias en el planeta a lo largo del siglo XX y de las cuales pueden extraerse un sinnúmero de precedentes que refieren a estas formas de liderazgos. Pero probablemente hay uno, de base, que es insoslayable; la neutralidad y el desprendimiento de motivaciones nacionalistas a la hora de afrontar la tarea. El liderazgo es supranacional y no una suma de segmentos nacionales ponderados según conveniencia, así lo ha demostrado sobradamente el parlamento europeo -institución obviamente madura al lado de la naciente UNASUR, que por ahora es solo una asociación de voluntades.

El conflicto entre Colombia y Venezuela es sin duda el primer dilema que pondrá a prueba la función mediadora de esta nueva institución, cuyo secretario general es Néstor Kirchner, tal es así que en el día de ayer el ex-presidente comenzó su itinerario visitando protocolarmente a Venezuela en un encuentro con su actual presidente Hugo Chávez Frías. En el discurso de rigor, han tomado la palabra ambos mandatarios y sorprende la postura iniciática de Kirchner, en efecto, desde el avance mismo de su intervención queda explícitamente claro que la supranacionalidad no es su doctrina ante la tarea de su secretariado. El colaboracionismo de Venezuela para con los dilemas económicos argentinos evidenciados a principios de la década, ha sido la piedra de toque fundamental en el guión de su discurso, postura alejada de intencionalidad mediadora y claramente cercana a la construcción y profundización de una alianza. No es ocioso recordar que el objetivo (al menos explícito) de UNASUR, es armonizar objetivos y no tocar las campanas del siguiente round de luchadores en pugna. La única idea predominante –ya demostrada en otros procesos afrontados por naciones desarrolladas- sin dudas que es la templanza por sobre la histeria, para dirimir controversias y no exacerbarlas. En el siguiente video podremos comprender cuál ha sido la argumentación del ex-presidente argentino. Dios quiera que las tensiones regionales no se desboquen proporcionalmente a las tensiones que el mismo Kirchner indujo en Argentina, del otro lado en este juego no hay reacios terratenientes ni humildes campesinos subsumidos por aquellos. Del otro lado se presenta ni más ni menos que la cuarta flota del tío Sam, esperemos que el secretario general de la UNASUR tenga bien claros los costos de oportunidad de sus decisiones, cosa que hasta ahora parece ser un déficit en el.


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