sábado, 24 de diciembre de 2016

La Importancia de la Ciencia en una Sociedad Pobre.


En algún momento de nuestras vidas hemos asistido a alguna expresión de opulencia material que en paralelo parece mostrarse descalzada de quien la porta. Voy a poner un ejemplo para poder encaminar el punto que intento mostrar.

Supongamos un muchacho de 40 años que tiene una camioneta de 200 mil dólares y vive con los padres para poder mantenerla. Sin desprenderse del costo de su vida, como afrontar un alquiler, su alimentación y el pago de los servicios que utiliza, no alcanzaría su ingreso para poder sobrellevar el mantenimiento de su opulento vehículo, por lo que sus padres serían el verdadero sostén del mismo. Tal satisfacción también es, en parte, desaprovechada -o no maximizada-, puesto que la camioneta jamás pisará un médano o realizará una larga travesía de montaña debido al mencionado motivo de escasez de recursos de su poseedor; solo porta esa opulencia para mostrarse de tanto en tanto y satisfacer su ilusión de posesión. No más que eso.

Bien, con las sociedades suele pasar algo parecido. Hay lujos que se descalzan de perspectiva. Por ejemplo, una sociedad que ya ha superado la barrera de las necesidades básicas de toda su población, puede darse el lujo de destinar recursos para investigar, digamos, cosas del tipo; "cual fue el efecto de los calzoncillos largos en el pensamiento de tal o cual prócer". Pero rara vez encontramos una sociedad que teniendo gran parte de su población inmersa en la necesidad urgente, destine sus recursos a investigar, por caso; "el concepto de necesidad como elemento distorsivo y de ruptura, inmerso en la puja de poder interburgués". La sociedad que se dedica a eso en medio del torbellino que genera la necesidad urgente de gran parte de sus miembros, es una sociedad estupidizada, desidiosa, inconsciente.

Una sociedad que teniendo la mitad de su población cercana a la línea de pobreza y dedica más de la mitad de sus esfuerzos en investigación a objetivos como los mencionados, es como el muchacho que posee una camioneta de 200 mil dólares y vive con sus padres para poder mantenerla. Hay un descalce de opulencia crudamente expuesto, agudo. No hace falta mucho para poder verlo. Solo se necesita ser un poco -solo un poco-, honesto para con la verdad y para con uno mismo.

Hay lujos que devienen cuando ya se ha superado el umbral de la necesidad inmediata. Que Cambridge se dedique a investigar la decadencia de los héroes durante el siglo XX mirando a Maradona hacer jueguito con una pelota de tenis, no habilita a que nosotros debamos dedicar nuestros esfuerzos en investigación científica a cosas como; "análisis del discurso de las tribunas de fútbol como elemento de ruptura con el simbolismo burgués heredado".

Argentina debería profundizar esfuerzos en investigación, claro que si. Pero orientados al análisis urbano para brindar soluciones concretas a los barrios marginales -y marginados- y las villas. A la Ciencia y la Tecnología aplicadas para mejorar la productividad de la industria alimenticia, a la creación de más y mejores empresas y competencias con vinculación directa al mercado de producción. Al análisis económico profundo orientado a la apertura e inserción Argentina en el contexto del siglo XXI. A la nanotecnología, la botecnología, la automatización y el control, big data, robotización, bioquímica y otras tantas pero tantas líneas de investigación que muchas veces se ven tapadas por investigaciones del tipo mencionado. Son prioridades y necesidades.

Para finalizar vale aclarar que esta no es una postura corporativa, es el intento de brindar una postura honesta que pretende pensar la orientación de nuestras políticas científicas intentando correr el velo corporativo lo máximo posible. La necesidad de dar esta discusión en términos responsables y no corporativos, así lo requiere. 



No hay comentarios: