Desde el gobierno intentan revertir cualquier intento de acusación y su lugar a la investigación correspondiente indicando, peligrosamente, que se trata de un GOLPISMO JUDICIAL ACTIVO. Puede leer al respecto aquí. Por mi parte intentaré explicar en forma breve el peligro subyacente a esta postura gubernamental.
El riesgo que esconde el concepto de "golpismo judicial activo", pasa por el encapsulamiento de toda posibilidad de búsqueda -y encuentro- de justicia por fuera de la conveniencia gubernamental. Con ese concepto se incorporan condiciones oscurantistas. Se coarta cualquier posibilidad de búsqueda de una verdad.
Supongamos que estamos ante un hecho que objetivamente pueda ser demostrado, y que muestre a un funcionario público del oficialismo incumpliendo el deber de su rol, dejándolo en posibilidad de ser imputado, juzgado y apresado.
¿Como podríamos encausar tal imputación, juzgamiento y su correspondiente envío a prisión si se ha incorporado en el protocolo jurisprudencial ese concepto de "golpismo activo"? No se podrá, dado que cualquier intento por hacerlo será patentado políticamente como "una conspiración" (puesto que sería un intento de golpe).
Por lo tanto -y sin juicio previo-, no podrán apresar mientras que un grupo de cientos de seguidores aplauden en el patio de Casa de Gobierno.
De esta manera el concepto de "golpismo activo" adquiere una doble función; anula la búsqueda de justicia a la vez que se transforma en una coartada para delinquir en paz.
Es la imagen de una dictadura.
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