domingo, 21 de julio de 2019

El viaje a la Luna y el mito de los idiotas.


Corre el año 1969, la Unión Soviética y Estados Unidos se encuentran en pleno desarrollo de una disputa por la obtención de ventajas en lo que se conoció como “la carrera espacial”. Proceso inmerso dentro de otro que se dio a conocer como “la guerra fría”. En tal devenir ambas potencias tenían espías y habían inundado la estratósfera de satélites con los cuales espiaban la superficie del planeta -en especial los soviéticos que aventajaban en esto a los estadounidenses-.

En ese contexto Estados Unidos logra llevar a la luna a tres seres humanos, depositando a dos de ellos en su superficie y trayéndolos de vuelta. Fue un hito en la historia de la humanidad. Sin embargo, hay quienes creen que todo fue un "montaje de Estados Unidos" para hacer propaganda de una especie de beneficios de un sistema que -creían y creen aún-, precisamente se caracterizaba por "vender espejos de colores para dar sentido a la explotación humana, engañando a la humanidad con la falsa perspectiva que brindaba un logro trascendental como fruto del esfuerzo de la empresa humana y la acción individual". Esta gente pensaba -y aún piensa-, que con este montaje se empañaban los "logros cooperativos" que atribuían al alcance de los objetivos como "fruto de un empeño colectivo", representado -claro está-, por la comprometida e igualitarista Unión Soviética.

Quienes más identificados estaban con esta última postura, argumentaron en su momento que el “show lunar”, habría sido un montaje de lo más puro de las industrias de la distracción de Estados Unidos representadas en Disney y Hollywood. Veamos:

- Se requirió cerrar un estado de fútbol por al menos 6 meses para preparar la escenografía.

- Se tuvo que demandar -extra a la demanda de mercado- cientos de miles de toneladas de talco y ceniza (o alguna forma de polvo similar), a alguna empresa para poder preparar la réplica de suelo lunar.

- Hubo de necesitarse centenares de máquinas tipo Caterpillar, grúas y camiones para el traslado y el montaje de todo el “paisaje lunar”.

- Se requirió una mega estructura de descompresión para poder simular el efecto de gravedad en ese estadio.

- Seguramente se necesitaron miles de horas de producción y post producción para poder hilvanar todas las imágenes necesarias.

- Se requirió de tecnología especializada y artistas expertos para replicar, en el talco, los cráteres y las deformaciones del suelo lunar sin que pudieran salir caminando de ese lugar, o sea, colgados de arneses o algo por el estilo.

- En el momento de la filmación y desarrollo del proceso de engaño, se requirió hacer muchas tomas para buscar la perfección, por lo cual todo lo anterior debió hacerse una y otra y otra vez hasta que los directores estuviesen conformes.

- En todo ese proceso debieron participar no menos de cien mil personas personas, siempre que tomemos a las personas que trabajaron en la producción de todos esos insumos y de la puesta en escena de todo el entorno.

- Miles de personas debieron trabajar en el desarrollo de la película en sí (por caso pienso en pequeñísimos ventiladores para replicar en ese talco escenográfico, el aterrizaje del módulo y en medio de un contexto de ingravidez simulada y un artefacto que baja colgado de arneses).

- Y todo esto en un contexto de espionaje cruzado como el que se estaba viviendo.

¿Alguien puede creer que en cientos de miles de personas involucradas -directa e indirectamente- en tal gesta, y en medio de espionaje cruzado, no haya existido una sola persona que hubiera sido descubierta o que haya, sin quererlo, mencionado que trabajó en algo que le llamó la atención por lo excéntrico del ejercicio durante aquella época (por caso un empleado de una empresa que produce polvo como talco que dijese; “recuerdo que en 1968 tuvimos una demanda de ciento cincuenta mil toneladas de talco con una pedido especial, teñido de gris, que nunca supe qué función tendría y tampoco para qué empresa se destinó la producción")?

Para que quede más claro y contextualizar aquel escepticismo en aquel contexto: Técnicamente y debido a las circunstancias de espionaje y competencia, era más difícil el montaje para simular la llegada a la luna sin ser descubierto que producir el viaje efectivo y la llegada a la luna en sí.

Si después de pensar seriamente este punteo que acabo de dejar, alguien continúa realmente creyendo que “lo de la luna fue un montaje de Hollywood y Disney”, debo decir que ya no hay nada que ahcer con ese cerebro, está quemado.

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