El título de la información nos dice que, de antemano, el Estado tiene una posesión del 100% de todo nuestro potencial económico -sea como consumidores o productores-. Y que solo una resignación voluntaria de una parte de ese 100% por parte de la burocracia pública, es lo que nos queda a nosotros como margen de libertad para consumir y producir. Justo y precisamente a la inversa de lo que en esencia permea en el espíritu de cualquier constitución moderna; somos poseedores del 100% de nuestra libertad y resignamos un pequeño porcentaje de ella en el Estado para que éste, con sus medios, arbitre lo necesario para garantizar el 100% de libertad que nos queda.
Así que debemos establecer claramente algo para que no se dejen engañar por títulos paupérrimos, falaces y ovejunos como el de esta nota; EL ESTADO NUNCA PIERDE PORQUE ESENCIALMENTE SIEMPRE GANA. Algunas veces gana más, y otras veces gana menos. Pero siempre gana.
Creer que "el Estado pierde" es asentir el rigor de tu carcelero cuando eres tu quien paga su salario.
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