sábado, 7 de octubre de 2017

La tarde de los miserables.


El pasado 5 de octubre se cumplieron 42 años del ataque de un grupo armado al Regimiento de Infantería de Monte 29 de la Provincia de Formosa. El grupo que realizó el ataque se conoció como "Montoneros", organización armada guerrillera que perpetró innumerables atentados al orden civil y democrático de la República Argentina. Organización que, con su ADN impregnado de apocamiento, siempre atacó desde las sombras y de manera imprevista, camuflados, sin medir costo alguno al respecto de sus objetivos. Sus líderes, con todas las características de la cobardía, enrolaban a "sus soldados" adoctrinándolos desde muy temprana edad, para ello se valían de la penetración política en las instituciones educativas y se orientaban con astucia a buscar jóvenes con las características que necesitaban. Casi como si se tratara de una secta, desfallecían por seducir a jóvenes con ansias de futuro y cargados de esa natural rebeldía pero desatendidos familiarmente en el arte de canalizar su desconcierto. Ese era el grueso del ejército que enrolaban sin que sus soldados lo supieran.

Por aquel entonces, hace 42 años, se hacía "la colimba" (para los más jóvenes pregunten más detalles a sus padres y abuelos sobre qué era la colimba). "La Colimba" se llamó al proceso que llegaba al momento en el cual los hombres, al cumplir sus 18 años, estaban en condiciones de ser reclutados y debían ingresar en las fuerzas armadas para realizar un año de servicio militar obligatorio -la edad de reclutamiento estaba entre los 18 y los 21 años-. Chicos sin preparación militar que durante un año se formaban en diferentes artes castrenses; telecomunicaciones, artillería, logística, paracaidismo y todo lo que tenía que ver con los diferentes puestos en la estructura operativa de cualquier fuerza militar, sea aérea, terrestre o marina. Hay muchas historias en torno a ese paso; anécdotas buenas y malas. Las buenas descansan más lejos en el tiempo y las malas son más cercanas; "la colimba" quedó sin efecto en el año 1994, luego de innumerables casos de abuso desmedido por parte de los militares sobre los jóvenes, escasez de recursos y pérdida de necesidad, rumbo y sentido de esa instrucción.

Durante la tarde del 5 de octubre de 1975, cuando los conscriptos (así se llamaba a los soldados que estaban haciendo "la colimba") estaban durmiendo, un grupo de cobardes entró de manera imprevista al lugar en donde los jóvenes descansaban, produciéndose una balacera que, como corresponde a la instrucción que tenían, fue repelida bajo la guía de sus superiores. Los que hicieron esa operación fue la organización Montoneros -la secta de cobardes mencionada en el primer párrafo-, y dieron a este ataque el nombre de "operación primicia". En el ataque murieron 28 personas, en su mayoría conscriptos que hacían "la colimba" -aunque también murieron una decena de esos cobardes que realizaron ese ataque-.

Montoneros fue una organización armada que hasta hoy ha sido no pocas veces reivindicada por diferentes miradas de quienes configuran los edificios conceptuales de nuestra historia política. Y hasta hemos llegado a leer a pensadores que creen ver en esa organización algo de romanticismo político (cuando en realidad solo se trató de un puñado de desquiciados que obtuvo financiamiento secuestrando empresarios y pidiendo rescate). Una organización que mostraba su mejor funcionamiento toda vez que atentaba a oscuras y de manera imprevista contra objetivos civiles, disfrazándose para entronizar en diferentes estamentos públicos -y privados- con los que podrían tener la capacidad para manejar -simbólicamente-, el sentido general de la sociedad civil para desintegrarla desde los cimientos en los que estaba construida, como lo eran las instituciones educativas, los medios de comunicación, organismos públicos y movimientos artísticos.

Hoy finaliza un día en el cual se cumplen 42 años de una masacre perpetrada por un grupo de personas que representó, probablemente, lo peor de los argentinos; la historia de los cobardes que buscaron algo de vigor e hidalguía probándose contra ciudadanos indefensos, atacándonos a oscuras, escondidos, sin mostrarse como eran. Así, como roedores alimentándose de basura, desplegaron su impotencia asesinando civiles de madrugada. Hoy se cumplieron 42 años del día de los cobardes, de los miserables; de los impotentes. Hoy se cumplen 42 años de una infamia con la cual comenzó el proceso mediante el cual la infertilidad dio el primer paso para tomar el poder político argentino.

Creo que el final de esos miserables llegó el 10 de diciembre de 2015. Y espero que así sea.

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