jueves, 4 de agosto de 2016

El burócrata argentino venido a menos.

En la presente entrada podrán ver, contenido en los 5 minutos de vídeo que comparto, a uno de los burócratas del kirchnerismo más pintoresco y representativo -aunque no menos bruto y peligroso-; Guillermo Moreno.

Una de las principales características de este señor ha sido el maltrato y el intercambio bajo amenaza en cada negociación que afrontó. Hay personas que han indicado que realizó entrevistas (estando en la función pública), con un arma arriba de su escritorio. Luego de su paso por la Secretaría de Comercio, las cuentas públicas correspondientes a su gestión no solo indican que el desastre fue la regla y no la excepción, sino que con él se llevaron los controles a un límite tal que se gestó una especie de sub-mercado de compra-venta de facturas de exportaciones para poder equilibrar una de las exigencias de importación, que consistía en una operatoria de exportación que debía cubrir la cantidad de divisas que se requerían para la importación.

Este gargantuesco y delincuencial burócrata se mantuvo por muchos años en la función pública con la anuencia de la política y la justicia, pero también de la ciudadanía, cómplice en parte de su desbocada conducta (suelo pensar que lamentablemente el ciudadano promedio argentino prefiere ser domado por un látigo autoritario antes de optar por un gobierno que no se entrometa en su vida, garantizando igualdad ante la ley, paz y libertad). 

Guillermo Moreno representa al pie de la letra el nacionalismo vulgar argentino. Ese que ha construido el folclore de ocasión y que tan bien representa este pequeño burócrata con aires de halcón. Un nacionalismo que siempre comienza con alegorías a gigantescas ambiciones, para terminar reptando en un conformismo que suele verse en una despintada bandera del Reino Unido que flamea descolorida en alguna tribuna de un campo de juego argentino, confeccionada en mediocre tela nacional y mostrando en barato aerosol la típica arenga del peleador frustrado; "piratas go home". Ese es el destino máximo al cual pueden guiar a nuestro pueblo este tipo de personajes con sus arrogancias mayores muy menores.

Dicho esto; ¿podemos creer que es el gobierno de Mauricio Macri el culpable de todo lo que nos está pasando hoy con el sistema de precios?

Es claro que la actual administración puede estar tomando decisiones incorrectas, claro que si. Pero no debemos olvidar que tales desaciertos aparecen en un contexto circunstancial bajo el cual, inevitablemente, hay empuje a errores forzados. Y estos errores en la actual administración descansan, en gran parte, en el intento por reacomodar las circunstancias e incentivos que el personaje que muestra el vídeo construyó sobre el sistema de precios; en esos 5 minutos podremos observar donde se encuentra el origen de la actual coyuntura argentina.

Por cierto, toda mi solidaridad con Martín Tetaz, economista argentino que intentando un intercambio analítico sobre datos sensibles de la administración económica y la gestión pública, tuvo que conformarse con ser víctima respetuosa de una nueva histeria de Guillermo Moreno -al igual que las conductoras del programa-. 

Con ustedes, el burócrata de vuelo bajo que intenta desplegar sus quebradas alas montando una actuación de ofendido para no contestar algo qué -lo sabe-, no puede, camuflando con enojo su falta de respuesta para no quedar expuesto.


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