Los adláteres de ese paupérrimo régimen se consuelan pensando que es un esfuerzo válido, dado que los ingresos en concepto de turismo generan los recursos para mantener con vida la revolución igualitarista. Cuando la miseria ya se torna objetiva, insoportable y cruel a los sentidos de cualquier observador desprevenido, aparece "el bloqueo" como la palabra mágica con la cual se pretende exculpar al régimen de los hermanos Castro. Sin embargo, va quedando claro para todo el mundo que ese argumento es una completa idiotez.
En Argentina, el salario de los trabajadores cada vez más, es menor. Y cada vez más es mayor la parte del mismo que el Estado se lleva mediante impuestos. El ministro de economía dice que "esa quita es una ayuda solidaria que hace el trabajador para la asignación universal por hijo y las obras públicas". Cuando no se puede defender la postura porque la infraestructura es un completo desastre y la asignación universal muestra la miseria de nuestra sociedad, se echa la culpa de todo eso a los conspiradores que propenden a la inflación, el golpe destituyente y la interferencia en la obra pública mediante denuncias de corrupción. Toda una paranoia a la cubana que parece ir decantando en miserias muy similares.
Mientras tanto, los idiotizados militantes continúan cantando loas a un payasesco ministro de economía que prefirió negociar para vender la pobreza argentina a la explotación de Vaca Muerta vía salarios paupérrimos, antes que admitir su equivocación. Digno peligro del típico idiota cabeza hueca de izquierdas que está convencido de llevar adelante una revolución social.
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