Porque el saber no se obtiene buscando un conocimiento completo, sino captando nuestra ignorancia adecuada.
jueves, 28 de noviembre de 2019
El pasado y la frustración del presente.
Hay gente que tiene la costumbre de mirar el pasado con las categorías del presente; por ejemplo Felipe Pigna. Este historiador sostiene que Mariano Moreno fue "el primer desaparecido de la historia argentina". Y lo dice así:
"El cuerpo de Moreno fue arrojado al mar como ocurriría mucho tiempo después con otra gente que resultaba incómoda a los que anteponen la razón de Estado a cualquier otra cosa. Para algunos una bala en la nuca y una tumba sin nombre, para otros veneno y el mar como tumba. Como decía Sócrates, para algunos estados los pensadores valen muy poco". F, Pigna: https://www.youtube.com/watch?v=F25pKWvE5Lw
Este sujeto al hacer esto no solo inyecta una anomalía conceptual en el análisis histórico, también traslada esa anomalía hacia quienes se introducen en la historia desde los planes de estudio pergeñados en base a tal yerro de traducción. Y ambos errores (devenidos a su vez por el desplazamiento del pensamiento -basado en la razón- a manos del deseo -basado en la voluntad militante-) inoculan un resentimiento que será imposible de revertir sobre la base de conceptos desarrollados con un espíritu racional; esa categoría muere en el estudiante y en toda persona que se introduce a estudiar la historia desde este lugar, puesto que al hacerlo por tal sendero es vacunada contra el espíritu positivo y el pensamiento lógico -único camino fértil para asegurar el desarrollo de un análisis crítico-, para ser adormecida con el apresuramiento de los deseos y la voluntad. La sed por investigar para conocer queda saciada con el trago amargo de la búsqueda de un reequilibrio justiciero: Muere el espíritu científico y nace el adormecimiento militante.
En la mitología griega aparece una carrera de carros que se disputó hacia el año 1200 a. C. La carrera fue parte de una serie de juegos fúnebres en honor al Patroclo (que había muerto a manos del Príncipe Héctor en la Guerra de Troya). De esa carrera de carros participaron Diomedes, Eumelo, Menelao, Antíloco y Meríones, resultando Dimedes el vencedor luego de una caída de Eumelio cuando venía liderando.
Bien¿Saben qué hace Felipe Pigna cuando traslada el simbolismo del presente en la interpretación del pasado al indicar que "Mariano Moreno es el primer desaparecido de la historia argentina"? Hace lo mismo que yo haría si les digo que Diomedes fue el primer ganador de un Gran Premio de Fórmula 1 aprovechando el fuera de pista de Eumelio.
Una terrible pelotudez ¿No les parece?
miércoles, 9 de octubre de 2019
Petulancia intelectual e idiotez generalizada.
En algún momento alguien o algo nos hizo creer que el nivel del pensamiento intelectual argentino era de excelencia. Que ese nivel se transfirió al grueso de la sociedad argentina y que a consecuencia de eso, teníamos una sociedad lúcida que no se dejaba arriar así como así por instituciones que en el resto del mundo habían dominado (engañando a los pueblos con ciertas ficciones que aquí finalmente habíamos desentrañado). Creímos que ese engaño había sido posible porque en esas sociedades la ciudadanía era una especie de manada idiotizada por la sociedad de consumo, que no pensaban en -y no les interesaba- otra cosa más que sus tostadoras; algo así como sociedades pochocleras que son motivo de la sorna y el gaste nacional y popular.
No tengan dudas.
Sin embargo la cruda realidad está golpeando nuestra puerta:
No somos una sociedad lúcida ni nada que se le parezca, somos una sociedad pobre, estúpida y embrutecida. Estamos endeudados y no podemos pagar nuestros compromisos, tenemos recursos potenciales para pagar diez de esas deudas pero no sabemos cómo trabajarlos. No sabemos cómo educar a las nuevas generaciones ni contraprestar con dignidad a nuestros jubilados el trabajo que entregaron en toda su vida. Ejércitos de personas en edad de trabajar no saben distinguir un clavo de un tornillo o la diferencia entre una aplicación de un Smartphone y un sistema operativo. El 80% de la ciudadanía en condiciones de votar no sabe discriminar un derecho de una obligación, y cree que el espíritu liberal de nuestra constitución fue una elucubración pergeñada para hacerle daño antes que un pensamiento altruista para elevar sus capacidades de realización. Más de la mitad de las personas que compran un vehículo cero kilómetro llegan a sus domicilios y lo primero que hacen es colgar una cinta roja de alguna de sus partes para que "no envidien su éxito". Somos capaces de quitarnos la vida por un SmarTV, un par de zapatillas y hasta por un atado de cigarrillos. No podemos disfrutar de un espectáculo deportivo porque los simpatizantes de uno y otro lado utilizan el momento para dirimir reyertas por ver quién se queda con la recaudación de un estacionamiento o el puesto de choripan de la esquina. Se inundan nuestras ciudades ante unos milímetros de lluvia imprevista, tenemos que sufrir decenas de muertos en accidentes para mejorar -parcialmente- las condiciones de transporte. Hordas de personas pululan cada mañana como zombies cortando calles al grito de "pan, dignidad y trabajo", pero no bastan 20 años de hacer siempre lo mismo para que adviertan que alimentan su indignidad cada mañana al mostrarse completamente inútiles para cualquier actividad práctica que pueda propender a la solución que están pidiendo. Del otro lado, la ciudadanía que supuestamente posee las capacidades para advertir la trágica desidia, observa a esas mismas hordas asintiendo con sus reclamos sin captar la tragedia que están presenciando.
La verdad suele ser dolorosa y aún más; Argentina no es ese centro de lucidez tan celebrado intelectualmente por ciertos recovecos de la intelectualidad del subsuelo, tampoco es el lugar donde el capitalismo tocaría su límite debido a la nula capacidad de domesticar a unos trabajadores en lucha permanente por lo supuestamente bien despiertos que aquí están. Nada de eso: Argentina es el lugar donde se gestó la ciudadanía política más idiota e idiotizada del planeta tierra.
No somos una sociedad lúcida ni nada que se le parezca, somos una sociedad pobre, estúpida y embrutecida. Estamos endeudados y no podemos pagar nuestros compromisos, tenemos recursos potenciales para pagar diez de esas deudas pero no sabemos cómo trabajarlos. No sabemos cómo educar a las nuevas generaciones ni contraprestar con dignidad a nuestros jubilados el trabajo que entregaron en toda su vida. Ejércitos de personas en edad de trabajar no saben distinguir un clavo de un tornillo o la diferencia entre una aplicación de un Smartphone y un sistema operativo. El 80% de la ciudadanía en condiciones de votar no sabe discriminar un derecho de una obligación, y cree que el espíritu liberal de nuestra constitución fue una elucubración pergeñada para hacerle daño antes que un pensamiento altruista para elevar sus capacidades de realización. Más de la mitad de las personas que compran un vehículo cero kilómetro llegan a sus domicilios y lo primero que hacen es colgar una cinta roja de alguna de sus partes para que "no envidien su éxito". Somos capaces de quitarnos la vida por un SmarTV, un par de zapatillas y hasta por un atado de cigarrillos. No podemos disfrutar de un espectáculo deportivo porque los simpatizantes de uno y otro lado utilizan el momento para dirimir reyertas por ver quién se queda con la recaudación de un estacionamiento o el puesto de choripan de la esquina. Se inundan nuestras ciudades ante unos milímetros de lluvia imprevista, tenemos que sufrir decenas de muertos en accidentes para mejorar -parcialmente- las condiciones de transporte. Hordas de personas pululan cada mañana como zombies cortando calles al grito de "pan, dignidad y trabajo", pero no bastan 20 años de hacer siempre lo mismo para que adviertan que alimentan su indignidad cada mañana al mostrarse completamente inútiles para cualquier actividad práctica que pueda propender a la solución que están pidiendo. Del otro lado, la ciudadanía que supuestamente posee las capacidades para advertir la trágica desidia, observa a esas mismas hordas asintiendo con sus reclamos sin captar la tragedia que están presenciando.
La verdad suele ser dolorosa y aún más; Argentina no es ese centro de lucidez tan celebrado intelectualmente por ciertos recovecos de la intelectualidad del subsuelo, tampoco es el lugar donde el capitalismo tocaría su límite debido a la nula capacidad de domesticar a unos trabajadores en lucha permanente por lo supuestamente bien despiertos que aquí están. Nada de eso: Argentina es el lugar donde se gestó la ciudadanía política más idiota e idiotizada del planeta tierra.
No tengan dudas.
El exilio como una inversión de capital.
Madres cuyos hijos el Estado arrancó a la fuerza cuando cumplieron 18 años, puso unos borceguíes en sus piernas y un fusil en sus manos. Los cargó en un Hércules y los llevó a 4 mil kilómetros de distancia para tirarlos en campo árido a 10 grados bajo cero con una pala pequeña para que caven pozos para esconderse esperando a los ingleses para cagarse a tiros (si sobrevivían a los bombazos de los aviones y los barcos). Después de haberlos mantenido un mes mal alimentados y enterrados en los pozos que ellos mismos cavaron (y con agua helada y barro hasta la cintura), en combate los expusieron a que los recontracagaran a tiros a todos. Y, finalmente, a aquellos muchachos que murieron en esas condiciones y circunstancias -y que el Estado no tuvo tiempo, prioridades ni supo identificar-, los abandonó tirándolos amontonados allí.
Hoy, el mismo Estado que vuelve a reconocer por enésima vez a viejos guerrilleros exiliados, a esas madres de esos muchachos abandonados en Malvinas no les dio ni las gracias. Solo después de 36 años, a las que aún viven, les ha costeado un vuelo para tirarlas en medio de aquel campo para que puedan llorar al lado de un trozo de mármol que tiene grabado el nombre de su hijo -y que vaya uno a saber si es que realmente ahí está-.
¿Cómo tomar esta medida de la Suprema Corte en momentos en que no disponemos de recursos ni para pagar impuestos, pero sin embargo nos empuja a transferir cientos de miles de dólares a un grupo de personas que intentó violentar las instituciones y que, luego de haberse exiliado, ha vivido de la política hasta hoy cobrando suculentos dividendos por continuar militando aquella gesta delincuencial? ¿Cómo no indignarse con este tipo de fallos cuando atrás del mismo sobrevendrán nuevas transferencias de ingresos a grupos de personas que, muchas de ellas, portaron fusiles y pusieron bombas imprevistas sin pensar en las muertes inocentes y que encima de eso, el Estado Argentino no ha cesado en homenajes con días feriados, honores públicos, acceso a los medios de manera privilegiada, reconocimiento en cuanta fundación hay, manejos presupuestarios especiales, apertura de universidades para que utilicen como cotos de caza de nuevas generaciones para su adoctrinamiento, postulaciones a premios, rangos e instituciones internacionales, acceso a lobbys de todo tipo, nombres en plazas, calles, cines y vaya uno a saber cuántas cosas más?
El estado del Estado en la Justicia argentina es poco menos que una letrina donde defecan los seres más injustos e indignos de nuestro entorno. De esto no tengo absolutamente ningún tipo de dudas.
miércoles, 2 de octubre de 2019
Hong Kong libra la gran batalla.
Hay quien cree que Hong Kong es un refugio de delincuentes internacionales y China el sistema que podría revitalizar las condiciones del "Estado benefactor". Para esta gente con tales creencias Hong Kong sería el efluvio del "neoliberalismo capitalista", en tanto que China portaría -finalmente- el efectivo camino de realización del tan ansiado socialismo planificado con inclusión económica y superación de escasez.
Intelectuales y analistas que abominan del ciclo comercial de Hong Kong y ponen el foco en la protección británica a partir de las consecuencias de la guerra el opio, olvidan el genocidio Chino a partir de la gran marcha de Mao. Con ese lastre inicial analizan lo que hoy sucede en la pequeña isla, una isla que siendo poco más que un trozo de roca inútil como recurso natural de cualquier tipo, se transformó -basada en una protección irrestricta de las libertades individuales y el derecho de propiedad-, en la plataforma comercial más importante de Asia llegando a tener un PIB per cápita de los más elevados del mundo y la deuda más baja del planeta; 49 mil dólares per cápita y 0,1% del PIB de deuda.
Hoy, las libertades civiles y comerciales de Hong Kong están seriamente amenazadas por la entronización de la política China mediante una ley de extradición que parece ser un caballo de Troya para quebrar la autonomía pactada hasta 2047. Y así hoy, lo que para algunos (a 70 años de la Revolución de Mao) es un motivo de festejos, para los habitantes de Hong Kong es un momento de luto (los 40 millones de muertes bajo el puño genocida de Mao Zedong no se olvidan allí como sí los ha olvidado y ocultado el occidente intelectualizado).
La gesta que hoy está librando Hong Kong contra la potencia China es una reedición de David contra Goliat. Esperemos, por el bien de la libertad y la humanidad, que vuelva a triunfar el pequeño gran gigante.
lunes, 2 de septiembre de 2019
El Padre Paco y el conocimiento inconducente.
Hace unos días que en Argentina hay un cura tercermundista, conocido como "Padre Paco", que pulula por los medios de comunicación alertándonos de "los peligros del capitalismo", el mercado, el "neoliberalismo", el gobierno de Macri y "la explotación de los poderosos en desmedro de los desposeídos" (entre otros slogans de militancia). Llama la atención ver que en cada mesa en la cual se sienta lo rodean especialistas de diferentes áreas y lo escuchan en silencio casi como quien escucha l conferencia de un premio Nobel. Pareciera ser que el Padre Paco es respetado por su investidura y por el supuesto rol que dice tener; es un cura tercermundista que vive la pobreza y hace militancia territorial para combatirla. Tal rol parece haberlo dejado con el derecho a hablar de lo que desee y opinar de todo tipo de conocimientos casi como si fuera un especialista. En los últimos días ha hablado de sistema financiero, tipo de camio, medición técnica de la pobreza, inflación, cualidad y calidad de activos y pasivos, deuda interna y externa. En definitiva, de cuestiones de las que no sabe absolutamente nada. Pero habla como si supiera y, reitero, lo escuchan como si se tratara de un premio Nobel. ¿Qué pasaría si invertimos la situación y en una mesa en donde debaten personas que se dedican a hacer asistencia social, un economista dijera -por caso a este cura conocido como "Padre Paco"- algo así?:
- "Lo que sucede con ustedes es que parten de una abstracción equivocada y desde ahí construyen los conceptos con los cuales toman decisiones de gestión de la pobreza que están completamente fuera de foco respecto de lo que necesita, esencialmente, una persona pobre para salir de su condición. Ustedes no entienden la pobreza pero la gestionan hace años, haciéndonos creer que saben algo pero nos estafan apelando a argumentos comunes que surgen de observar el proceso de pobreza solo al nivel de las apariencias".
Sería un horror para algunos y motivo de sorna para otros. Y aparecería una respuesta más o menos así:
- "¿Y usted señor economista quien se cree que es para hablar de lo que no sabe e intentar tamaña osadía de enfrentar a una persona comprometida, proba, de toda una vida de trayectoria al lado de la pobreza y ayudando a los que menos tienen, esos silenciados en los que nadie piensa?"
Y el economista pasaría a ser poco menos que un demonio para algunas personas, un imbécil para otras y un idiota descomprometido para otras más. Ahora bien.
Si esto es así en esa situación, entonces pregunto: ¿Quién puede explicar por qué ponen a sujetos como este "Padre Paco" a hablar de mercado, economía y "neoliberalismo" cuando a ciencia cierta no tiene ni la más remota idea de lo que habla?
- "Lo que sucede con ustedes es que parten de una abstracción equivocada y desde ahí construyen los conceptos con los cuales toman decisiones de gestión de la pobreza que están completamente fuera de foco respecto de lo que necesita, esencialmente, una persona pobre para salir de su condición. Ustedes no entienden la pobreza pero la gestionan hace años, haciéndonos creer que saben algo pero nos estafan apelando a argumentos comunes que surgen de observar el proceso de pobreza solo al nivel de las apariencias".
Sería un horror para algunos y motivo de sorna para otros. Y aparecería una respuesta más o menos así:
- "¿Y usted señor economista quien se cree que es para hablar de lo que no sabe e intentar tamaña osadía de enfrentar a una persona comprometida, proba, de toda una vida de trayectoria al lado de la pobreza y ayudando a los que menos tienen, esos silenciados en los que nadie piensa?"
Y el economista pasaría a ser poco menos que un demonio para algunas personas, un imbécil para otras y un idiota descomprometido para otras más. Ahora bien.
Si esto es así en esa situación, entonces pregunto: ¿Quién puede explicar por qué ponen a sujetos como este "Padre Paco" a hablar de mercado, economía y "neoliberalismo" cuando a ciencia cierta no tiene ni la más remota idea de lo que habla?
domingo, 25 de agosto de 2019
Las marchas como expresión política de un jardín de adultos.
Políticamente, Argentina es el jardín de infantes en donde se aglutina la inconsciente crueldad de una niñez idiota y el infantilismo de una madurez trunca.
Observando las imágenes de la marcha de ayer y leyendo algunos comentarios en las redes, me vino el recuerdo de lo vivido en una cancha de fútbol en la ciudad de La Plata, donde una hinchada cantaba a la otra "la vida los cagó, la vida los cagó...". También leí en intercambios la harto repetida palabra "fracasado y fracasada" como forma de descalificar a otra persona en una discusión.
En Argentina apalear a esa condición suele ser utilizado por no pocas personas cuando pretenden descalificar a otras. Generalmente quienes más acusan de fracaso a otras personas son quienes se muestran con la incomodidad característica de quien sufre por saber inconclusos sus anhelos y objetivos respecto de la efectiva consecución de los mismos. O sea, la persona que siente que realmente ha fracasado y transfiere en los demás su propio desasosiego.
Una de las principales características de las expresiones políticas argentinas -o tal vez la principal- pasa por señalar al rival con cualquier tipo de apelativo descalificativo y no por las características de sus ideas: De un lado señalan al otro con el desprecio por su condición económica, estética y cultural al grito de "negros de mierda y descerebrados choriplaneros" y del otro responden al señalamiento apelando a una supuesta condición negativa por llegar a una adultez tardía acomodada; "viejos chetos y garcas de clase alta con pañales comprados en Recoleta".
Argentina nació partida. Nuestra Nación nunca definió sus tensiones para delimitar finalmente su rumbo: Y así, la interpretación que de la marcha de ayer trazaron sus rivales evidencia las cualidades de los bandos políticos; como si se tratase de dos personas que se amenazan e invitan a pelear en una esquina (luego de un intercambio incómodo de miradas), elevándose la voz y el tono de las amenazas. Pero destinadas por su propia futilidad a quedar congeladas en potencia y cada vez más lejos del acto. Argentina y sus bandos políticos en pugna es la expresión de lo cobarde intentando eternamente esa gesta épica que nunca llega:
Argentina es, esencialmente, la expresión del fracaso y la impotencia en el más puro y claro sentido de existencia.
sábado, 3 de agosto de 2019
El voto militante y el voto racional.
Santiago Maldonado se ahogó cuando huía de un corte de una Ruta Nacional e intentó cruzar un río sin saber nadar.
- Pero la militancia te dice que fue un desaparecido forzado.
Hubo 6248 desaparecidos entre 1974 y 1982 y se dieron en alternancia entre un gobierno peronista y una dictadura militar.
- Pero la militancia te dice que fueron 30 mil y que solo fueron bajo dictadura militar.
Absolutamente todas las políticas implementadas en la República Argentina desde el primer tercio del siglo XX hasta hoy han sido esencialmente contrarias a los principios básicos del liberalismo.
- Pero la militancia te explica todas las injusticias y el sufrimiento argentino como consecuencia de la participación del liberalismo -en todas su formas- en la vida política de la República Argentina.
Un proceso inflacionario es un fenómeno monetario que se desata a partir de un desacople inducido de manera exógena respecto de la conjunción entre los parámetros de tiempo, productividad y masa monetaria en relación con la oferta y la demanda de bienes y servicios y parámetros de intercambio.
- Pero la militancia te explica que la inflación es un fenómeno multicausal generado por grupos concentrados que manejan los precios y la excesiva ambición de quienes quieren ganar más a costa de los que menos pueden y tienen.
Todo, absolutamente todo lo que tenga que ver con algo que pueda portar un sufrimiento, la militancia te lo va a transmitir con el guión adecuado para ella poder transformarse en la vía de solución a tal sufrimiento, desplazando el conocimiento puro sobre cada tema que pueda poner justeza sobre el mismo. Saben -y así fueron educados para la militancia- que en tal universo justo el sentido de sus gestas ya no tendría sentido. Y se quedarían sin nada.
Si exponés el número de desaparecidos o la condición de Santiagao Maldonado y no encuentran manera de rebatir los datos objetivos, dirán que eso es un "simbolismo" que no comprendemos y mediante el cual podemos "mejorar la memoria" y ser un poco más "sensibles" para hacer de nuestra sociedad algo "más justo" (y repetirán, precisamente, que será en honor a los muertos y los desaparecidos). Ya desde ahí te acusarán de todo tipo de cosas, hasta exponerte como un demonio al servicio de lo más crudo de la insensibilidad humana.
Si exponés a la ausencia de liberalismo político y al desacople monetario económico como los rieles principales que nos condujeron a la desgracia argentina, te dirán -con cierta sorna petulante- que tu nivel de conocimiento es escaso y que está demostrado que "todo fue así" (como sostiene la militancia). Pero no expondrán ningún argumento consistente que lo compruebe, solo apelarán a demostraciones parciales e inconclusas; verdades a medias montadas en falacias argumentativas.
El problema de argentina no pasó nunca por la falta de militancia política sino por su abundancia. Hemos entregado un excesivo prestigio a ésta como elemento desde el cual se toman las decisiones trascendentales de nuestra vida institucional, y hasta aquí nos trajo tal conducta...
Entonces, en estas próximas elecciones: ¿No habrá llegado la hora de advertir más claramente esta mentira y comenzar a pensar nuestro voto desde ese lugar?
domingo, 21 de julio de 2019
El viaje a la Luna y el mito de los idiotas.
Corre el año 1969, la Unión Soviética y Estados Unidos se encuentran en pleno desarrollo de una disputa por la obtención de ventajas en lo que se conoció como “la carrera espacial”. Proceso inmerso dentro de otro que se dio a conocer como “la guerra fría”. En tal devenir ambas potencias tenían espías y habían inundado la estratósfera de satélites con los cuales espiaban la superficie del planeta -en especial los soviéticos que aventajaban en esto a los estadounidenses-.
En ese contexto Estados Unidos logra llevar a la luna a tres seres humanos, depositando a dos de ellos en su superficie y trayéndolos de vuelta. Fue un hito en la historia de la humanidad. Sin embargo, hay quienes creen que todo fue un "montaje de Estados Unidos" para hacer propaganda de una especie de beneficios de un sistema que -creían y creen aún-, precisamente se caracterizaba por "vender espejos de colores para dar sentido a la explotación humana, engañando a la humanidad con la falsa perspectiva que brindaba un logro trascendental como fruto del esfuerzo de la empresa humana y la acción individual". Esta gente pensaba -y aún piensa-, que con este montaje se empañaban los "logros cooperativos" que atribuían al alcance de los objetivos como "fruto de un empeño colectivo", representado -claro está-, por la comprometida e igualitarista Unión Soviética.
Quienes más identificados estaban con esta última postura, argumentaron en su momento que el “show lunar”, habría sido un montaje de lo más puro de las industrias de la distracción de Estados Unidos representadas en Disney y Hollywood. Veamos:
- Se requirió cerrar un estado de fútbol por al menos 6 meses para preparar la escenografía.
- Se tuvo que demandar -extra a la demanda de mercado- cientos de miles de toneladas de talco y ceniza (o alguna forma de polvo similar), a alguna empresa para poder preparar la réplica de suelo lunar.
- Hubo de necesitarse centenares de máquinas tipo Caterpillar, grúas y camiones para el traslado y el montaje de todo el “paisaje lunar”.
- Se requirió una mega estructura de descompresión para poder simular el efecto de gravedad en ese estadio.
- Seguramente se necesitaron miles de horas de producción y post producción para poder hilvanar todas las imágenes necesarias.
- Se requirió de tecnología especializada y artistas expertos para replicar, en el talco, los cráteres y las deformaciones del suelo lunar sin que pudieran salir caminando de ese lugar, o sea, colgados de arneses o algo por el estilo.
- En el momento de la filmación y desarrollo del proceso de engaño, se requirió hacer muchas tomas para buscar la perfección, por lo cual todo lo anterior debió hacerse una y otra y otra vez hasta que los directores estuviesen conformes.
- En todo ese proceso debieron participar no menos de cien mil personas personas, siempre que tomemos a las personas que trabajaron en la producción de todos esos insumos y de la puesta en escena de todo el entorno.
- Miles de personas debieron trabajar en el desarrollo de la película en sí (por caso pienso en pequeñísimos ventiladores para replicar en ese talco escenográfico, el aterrizaje del módulo y en medio de un contexto de ingravidez simulada y un artefacto que baja colgado de arneses).
- Y todo esto en un contexto de espionaje cruzado como el que se estaba viviendo.
¿Alguien puede creer que en cientos de miles de personas involucradas -directa e indirectamente- en tal gesta, y en medio de espionaje cruzado, no haya existido una sola persona que hubiera sido descubierta o que haya, sin quererlo, mencionado que trabajó en algo que le llamó la atención por lo excéntrico del ejercicio durante aquella época (por caso un empleado de una empresa que produce polvo como talco que dijese; “recuerdo que en 1968 tuvimos una demanda de ciento cincuenta mil toneladas de talco con una pedido especial, teñido de gris, que nunca supe qué función tendría y tampoco para qué empresa se destinó la producción")?
Para que quede más claro y contextualizar aquel escepticismo en aquel contexto: Técnicamente y debido a las circunstancias de espionaje y competencia, era más difícil el montaje para simular la llegada a la luna sin ser descubierto que producir el viaje efectivo y la llegada a la luna en sí.
Si después de pensar seriamente este punteo que acabo de dejar, alguien continúa realmente creyendo que “lo de la luna fue un montaje de Hollywood y Disney”, debo decir que ya no hay nada que ahcer con ese cerebro, está quemado.
viernes, 5 de julio de 2019
La emboscada y el "compromiso social".
Una de las características típicas de la conducta promedio de la ciudadanía argentina, ha sido definida como “viveza criolla". Esa supuesta ventaja originaria subyace en lo que podríamos denominar "el gaste cotidiano del hincha de tablón"; así, de tal típica fuente de conducta surgieron chistes contra lo diferente y jactancia de pertenencia. Para comprobarlo solo alcanza con ver nuestras publicidades, observar lo subyacente a una humorada argentina típica o escuchar un cántico de cancha de fútbol. Podrá captarse que desde esa "viveza criolla" los argentinos se toman la atribución de mofarse de los asiáticos apelando a su condición de tal, de los africanos apelando a una supuesta "falta de inteligencia" (y exponiéndolos solo como serviles a una especie de atletismo sexual), de los nórdicos como intrascendentes y de los estadounidenses como idiotas -entre otros tantos estigmas con los cuales este argentino promedio se divierte fácil señalando a los demás-.
También hay que indicar que es el recurso de los idiotas el mofarse de otras personas usando un código propio sin que éstas lo perciban. Y no solo es un recurso de idiotas, también de cobardes, porque las personas “gastadas” (término del lunfardo argentino que significa "mofarse del otro") nunca saben de qué se trata "tal gaste" y no tienen herramientas para poder, al menos, brindar su contraparte; esto lo hemos visto en muchas entrevistas en donde entrevistadores "cancheros" (otro término del lunfardo argentino que denota cierta superioridad) gastaban a sus personas entrevistadas y éstas, muchas veces, no se enteraban que estaban siendo víctimas de sorna por parte de quien la estaba entrevistando (era más evidente cuando la persona entrevistada no era argentina y por lo tanto no tenía “el código del gaste” en su universo).
Esa conducta hoy es característica de un personaje típico que ha gestado argentina en las últimas décadas; el ñoqui (lunfardo argentino con el que se define al inútil acomodado) público que vive de estar en la secretaría de un sindicato, en algún Ministerio pululando en diferentes áreas menores (siempre tejiendo conspiraciones menores de pasillo) o como parte del núcleo operativo marginal de algún emprendimiento derivado de un desarrollo de un presupuesto público; chofer o personal de planta de mantenimiento de algunas dependencias científicas y tecnológicas. Es un personaje que a ciencia cierta no aporta nada, pero divierte mucho en su micro-mundo y molesta sobremanera a quienes no pertenecen a su entorno -suele estar yendo de manera permanente a cortes de calles, actos de militancia, escraches a otras personas y demás acciones que ponen de manifiesto su condición de servil miserable-.
Este típico personaje argentino trazó, una vez más, un acto de "viveza criolla"; la víctima esta vez fue el Presidente argentino. Tres de sus fieles exponentes se tomaron el trabajo -en Suiza-, de esperar a la comitiva presidencial argentina para "gastar" al Presidente. Esperaron en un lugar solitario del que sabían, sería paso obligado de la caravana, cuando ésta se acercó, mostraron fervor argentino con la camiseta de la selección de fútbol y así, poder asegurar perpetrar el engaño. Estamos en Suiza, el auto presidencial se acerca a un par de argentinos en medio de una completa soledad que festejan ser connacionales mostrando la camiseta y saludando con cariño desde un lateral el paso de la comitiva, es el comienzo de la culminación del acto de los miserables. El Presidente argentino, como es lógico, baja la ventanilla para saludar, y es en ese instante que, durante el saludo, trazaron una mofa socarrona al más puro estilo del cobarde llorón; "ehhh, Cristina va a volver! Vos te vas a ir! Vamos a volver! vamos a volver!".
Tal situación se dio porque esta gente sabe aprovechar el don de gente de las otras personas y se valen de esa acción para engañar. Es la forma más fácil de inducir al engaño a una persona, y es una acción característica, típica del ratón social argentino. ¿De qué manera el Presidente argentino podría haber evitado esa situación? Para evitar esa zancadilla, el Presidente argentino debía haberse comportado como lo hubiera hecho en vida Fidel Castro o su hermano Raúl, históricos tiranos comunistas cubanos. O sea, no bajar la ventanilla y acelerar dejando a esos ratones aspirando polvo de tierra y gases de motor. Sin embargo el Presidente argentino tuvo la deferencia de brindar un saludo que fue contestado con una cachetada.
Sería un buen ejercicio pensar si esas personas que se mostraron tan sagaces, podrían llegar a ser igual de valientes para vivir una vida sin parasitar a la ciudadanía desde los lugares públicos en los que se enquistan. Sería interesante pensar qué sucedería si asumiera un Presidente que realmente cumpla con lo que en la eterna militancia del sollozo subyace y los expulse de todo tipo de posibilidad de continuar parasitando desde el sector público, exponiéndolas a la prueba de su propia estupidez para que midan en la arena de la realidad –en el mercado-, cuánto pueden llegar a adquirir de sustento por la viveza que creen poseer. Sería interesante poder ver en esa situación a esos idiotas que ayer creyeron gastar al Presidente argentino.
miércoles, 29 de mayo de 2019
La militancia nacional y popular.
- Jamás admitirán falencia alguna, pero señalarán las tuyas aprovechando tu don de gente.
- Cuando hablan de política nunca intercambian una idea si no es por imposición de la suya.
- Asesinan la razón y se entregan con sumisión al verticalismo de la organización.
- Detestan objetivos dimanados por el pensamiento, solo abrazan causas movidas por deseos.
- Se sienten ungidos por la historia para cambiar la historia, aunque no advierten el histórico fracaso de quienes sintiéndose ungidos por ella creyeron cambiarla.
- Suelen andar desalineados y desafiantes, en manada y nunca solos.
- Desconfían del individuo.
- Cuando muestran sosiego y templanza hay que prestar atención, pues se están camuflando para buscar un flanco abierto para poder atacar.
- Sus parámetros son pendulares y dicotómicos: Buenos o malos, justos o injustos, nosotros o ellos, vencer o ser vencidos, ricos o pobres, comprometidos o tilingos, cipayos o nacionalistas, elitistas o populares. Todos y todas...
- Saben sacar ventaja de la coyuntura y utilizan con sagacidad las circunstancias a la que nos exponen las desgracias.
- Sin un líder se sienten nadie.
- Y con uno se creen omnipotentes.
- El contrapunto es su alimento, el acuerdo un veneno letal.
- No ven en la conciliación ganancia alguna sino una pérdida implícita.
- Jamás contestan una pregunta en forma clara, aunque intentarán imponer la suya en forma oscura.
- Desconfían de las siguientes palabras, las cuales pronuncian a regañadientes intentando cambiar sus significados:
- Tienen adicción por los adjetivos descalificativos: cipayo, tilingo, vendepatria, gorila, zonzo, careta, cheto, neoliberal. Son acusadores seriales.
- Si bien sus preconceptos están plagados de lugares comunes detestan el sentido común.
- Son víctimas por sobre todas las acciones y circunstancias.
- Tiran al crematorio todo atisbo de ideas nuevas ya que viven de otras muertas que mantienen embalsamadas.
- Desfallecen por lugares de poder.
- Aman adularse entre si y organizar escraches al resto.
- Luchan contra la propiedad, aunque se dejan poseer por completo por la voluntad de sus líderes.
- Adoran las banderas, aunque detestan las diferencias.
- Pretenden luchar por la liberación, aunque enalteciendo las fronteras.
- Denuncian la colonización cultural mirando el logo de nuestras zapatillas y los dibujos de nuestras remeras, aunque gritan la acusación a los cuatro vientos apoyándose en amplificadores Marshall, tocando guitarras Fender Telecaster y saltando al ritmo del más puro Punk-Rock anglosajón.
- Desconfían del profesionalismo, les desagrada la postura simétrica de una persona especializada a la vez que consideran romántica la reconciliación tribal entre malón y humanidad.
- Cuando hablan de política nunca intercambian una idea si no es por imposición de la suya.
- Asesinan la razón y se entregan con sumisión al verticalismo de la organización.
- Detestan objetivos dimanados por el pensamiento, solo abrazan causas movidas por deseos.
- Se sienten ungidos por la historia para cambiar la historia, aunque no advierten el histórico fracaso de quienes sintiéndose ungidos por ella creyeron cambiarla.
- Suelen andar desalineados y desafiantes, en manada y nunca solos.
- Desconfían del individuo.
- Cuando muestran sosiego y templanza hay que prestar atención, pues se están camuflando para buscar un flanco abierto para poder atacar.
- Sus parámetros son pendulares y dicotómicos: Buenos o malos, justos o injustos, nosotros o ellos, vencer o ser vencidos, ricos o pobres, comprometidos o tilingos, cipayos o nacionalistas, elitistas o populares. Todos y todas...
- Saben sacar ventaja de la coyuntura y utilizan con sagacidad las circunstancias a la que nos exponen las desgracias.
- Sin un líder se sienten nadie.
- Y con uno se creen omnipotentes.
- El contrapunto es su alimento, el acuerdo un veneno letal.
- No ven en la conciliación ganancia alguna sino una pérdida implícita.
- Jamás contestan una pregunta en forma clara, aunque intentarán imponer la suya en forma oscura.
- Desconfían de las siguientes palabras, las cuales pronuncian a regañadientes intentando cambiar sus significados:
- Libertad; solo la pronuncian con un sentido de liberación de masas, manipulando el concepto original porque intuyen el verdadero sentido del mismo, o sea, su espíritu liberal por excelencia.
- Individuo; solo se pronuncia si es como parte de un sentido colectivo, están convencidos que la esencia de esa palabra nos envilece.
- Ambición; antes de mencionarla anteponen la palabra "sana" puesto que la consideran enferma de nacimiento.
- Empresa; recelan del espíritu emprendedor como bien social empujado por la búsqueda de un mérito individual, solo aceptan una empresa cuando se pone de manifiesto en forma explícita su condición de cooperación colectiva.
- Propiedad; solo digieren la apropiación después de ser tamizada por la tribu, intentan siempre erosionar derechos que puedan ser sustento de propiedad privada y enaltezcan el fruto del quehacer individual.
- Dialogo; consideran que es una zoncera en la que caen los incautos y mediante la cual, ocultos poderes, succionan la sangre del movimiento.
- Si bien sus preconceptos están plagados de lugares comunes detestan el sentido común.
- Son víctimas por sobre todas las acciones y circunstancias.
- Tiran al crematorio todo atisbo de ideas nuevas ya que viven de otras muertas que mantienen embalsamadas.
- Desfallecen por lugares de poder.
- Aman adularse entre si y organizar escraches al resto.
- Luchan contra la propiedad, aunque se dejan poseer por completo por la voluntad de sus líderes.
- Adoran las banderas, aunque detestan las diferencias.
- Pretenden luchar por la liberación, aunque enalteciendo las fronteras.
- Denuncian la colonización cultural mirando el logo de nuestras zapatillas y los dibujos de nuestras remeras, aunque gritan la acusación a los cuatro vientos apoyándose en amplificadores Marshall, tocando guitarras Fender Telecaster y saltando al ritmo del más puro Punk-Rock anglosajón.
- Desconfían del profesionalismo, les desagrada la postura simétrica de una persona especializada a la vez que consideran romántica la reconciliación tribal entre malón y humanidad.
miércoles, 8 de mayo de 2019
A 100 años del nacimiento de Evita.
El pasado 7 de Mayo se cumplieron cien años del nacimiento de Eva Duarte; Evita. Como era previsible, asistimos a un desfiladero de personajes babeándose y posando para la foto, aprovechando la circunstancia para ver con qué frase de cotillón podrían quedar mejor para con la "jefa espiritual de la nación". Veamos a quien homenajeamos.
Evita fue una mujer que trató a los más desposeídos no como a ciudadanos despojados del pleno derecho constitucional del cual debían gozar, sino como a incapaces de poder ser y por lo cual ella debía asistir. Una mujer que en lugar de propender a empujar los principios fundamentales de la sociedad civil para corregir la anomalía de la falta del ejercicio efectivo del derecho para quienes no eran alcanzados de tal, se dedicó a forzar la llegada de esos derechos mediante la ficción de corto plazo, empujando por la fuerza a los más acomodados a redistribuir y dar a los más desposeídos, confundiendo el derecho y su ejercicio pleno con el beneplácito de los bienes de consumo ocasional o un salario descalzado de su productividad. Para aquel desposeído asistido por Evita, el recuerdo de ella es el de la primera bicicleta y la primera muñeca, pero no el de la vez en que sintió que ya no lo discriminaban sino que lo trataban como igual.
Evita no luchó por igualar derechos formales constitucionales para con los más desposeídos, continuó el ciclo discriminatorio y lo profundizó para canalizar su asistencia y monopolizar el derecho a un liderazgo por fuera del derecho. Fue ella la que trató a sus asistidos como "cabecitas negra" y "mis grasitas". Es cierto, podrá decirse que repetía de manera denunciante el apelativo que tenían las clases altas de Buenos Aires para señalar a los más pobres, pero sea como fuere, fue ella quien profundizó esa horrible separación agigantando el señalamiento para marcar a los suyos propios. Y con ello, abrir la herida de esa diferencia y realizarse autoasumiéndose como la guía de los que no pueden. Y que sin ella nunca podrán...
¿En serio hay algún motivo para festejar los 100 años del natalicio de semejante monstruo?
domingo, 28 de abril de 2019
Religión y revolución.
El cura tercermunidista se tira a la izquierda, lucha contra el mercado, contra el capitalismo, la propiedad privada, la ambición, el desarrollo individual y, si es necesario, porta un fusil. No cree en ninguno de los protocolos tradiciones de la iglesia católica, ni en su dogma. Tampoco en su historia, solo utiliza la institución para el fin superior; "la revolución social" para "la igualdad de los pueblos" a partir de la rebelión intrainstitucional. Para él la iglesia tradicional siempre estuvo al servicio del poder, y ese poder siempre estuvo al servicio de los atributos arriba mencionados. Está convencido que la Iglesia tradicional (ésa que ven "a la derecha") fue funcional para sostener la explotación de la humanidad atemperando el sufrimiento del explotado promoviendo su mansedumbre y solventando el dolor del marginado promoviendo la limosna. Para el cura tercermundista la religión católica tradicional nunca estuvo al servicio de aquello que debió haber sido su verdadera razón de ser; la revolución.
Esto no viene de una noche de tragos sacerdotales y elucubraciones entre gallos y medianoche. El cocktail conceptual que los formó arrancó con los Jesuitas (marginales en su propia diáspora, autoexcluídos y perseguidos que se refugiaron en solitarios conventos lejos del mundo de la producción mercantil que detestaban). Y continúo cuando Marx y Engels trazaron su hoja de ruta para el advenimiento del socialismo y ésta llegó a manos de los discípulos jesuitas. Pero también de intelectuales cercanos al mundo religioso, que no dudaron en hacer carrera pastoral buscando el camino para el objetivo marxista entronizando en la milenaria institución.
El "camino al socialismo" que promovieron Marx y Engels tenía el sentido dentro del propio desarrollo de las fuerzas del capitalismo, el mercado y la occidentalización de la humanidad, y consideraban que la religión era el bastión a ser tomado a partir del cual, invirtiendo su sentido, podría tomar impulso definitivo la liberación humana. Porque para ellos esa forma de opio -"el opio de los pueblos"-, debía ser reemplazada por las formas de liberación que habían descubierto y proponían, a sabiendas que solo era posible ese esquema de adoctrinamiento; el único posible de ser posible porque formaba "ab ovo" el sentido de existir. Y era una columna importante para complementar al desarrollo de lo que llamaron "las fuerzas productivas" puesto que con tal acompañamiento maduraría la fuerza del pensamiento humano liberador (relación única posible de gestar el camino material que a su vez será el único camino liberador posible; del idealismo hegeliano al materialismo marxista). Y apuntaron ahí porque vieron, precisamente, que por miles de años esa forma de pensamiento y transmisión perduraba, y perduraba y perduraba. A su tiempo, hubo quien trazó la entronización marxista en el catolicismo, pero también en el judaísmo y toda forma religiosa posible. Si no me equivoco, la única línea no entronizada ha sido el protestantismo.
Hoy hay un Jesuita en el Vaticano, es argentino y nos habla de "estiércol del demonio" cuando se refiere al dinero, de "malos y buenos" cuando habla de empresarios y trabajadores y de "vida sin sentido" cuando apunta al mercado y la búsqueda de la realización personal mediante la meritocracia y el progreso material en una carrera de ascenso. No pierdan de vista esto, porque es "nuestro papa".
viernes, 19 de abril de 2019
El liberalismo argentino y la encrucijada electoral.
El liberalismo vernáculo se fortalecerá, adquirirá sentido y aglutinará sus propias fuerzas sobrepasando sus diferencias y conformando una oferta electoral que podrá cosechar un tercio del electorado hacia las intermedias de 2021, solo si abiertamente se opone al actual gobierno de Cambiemos, aún a sabiendas que el riesgo de tal postura sea el retorno franco del kirchnerismo.
Estamos a meses de la contienda electoral y ya es momento de terminar con la tibieza: ¿Qué clase de liberalismo se pretende construir a partir de la actitud pusilánime que sintetiza la frase "vamos con ellos porque de lo contrario vienen aquellos"? ¿Qué clase de persona libre se decide por un movimiento tibio, antiliberal, que salta a la vista que de tan lábil, al primer tripulante que tirarán del barco a la primera de cambio, será a un liberal? ¿Acaso la historia de quienes promovieron la Revolución Gloriosa, la Revolución del Té y las grandes gestas liberales de la historia tuvieron esa actitud miserable?
El liberalismo fue -y deberá ser- un grito profundo de libertad y justicia y hoy, en Argentina, no hay ni la una ni la otra. Y el actual gobierno no está llamado a garantizar o luchar con bríos por tal objetivo -el máximo posible en una sociedad civil-. ¿Miedo al cuco?
Liberales, el miedo es algo que todos tenemos, pero también el poder de un convencimiento de estar luchando por una causa justa, hace que se pueda sobrellevar.
Permanecer pensando en Cambiemos porque vuelve el kircnerismo, conlleva cierta execrable pusilanimidad. Si vuelve el kirchnerismo, que vuelva! Más aglutinante será la posición liberal y más gente comprenderá el sentido de nuestra gesta. ¿Seremos perseguidos? Seguramente! Pero también con este gobierno lo somos, de hecho, ya lo estamos siendo a nivel de estigma con la mofa y el tilde de "libersaurios" y "liberalotes". La única diferencia que obtendremos con el retorno del kirchnerismo, será positiva; y es que con el verdadero monstruo adelante, la verdadera gesta podrá nacer. De lo contrario, seguiremos siendo soldados furtivos atrincherados en solitario entre las montañas y, claro está, también cobardes arrastrándose de oficina en oficina negociando mendrugos de libertad que nunca llegan y siendo escupidos por el escarnio público (sabemos que de ésos tenemos muchos en nuestras filas, pero también servirán llegado el momento).
La única gesta posible que podrá hacer del liberalismo una alternativa a tener en cuenta por más personas en este inefable país, es oponerse abiertamente a este gobierno y no dudar más. Menos aún, pensando en "el cuco". El liberalismo nunca se distinguió por ser un movimientos de cobardes, sino todo lo contrario. Y hoy estamos quedando como lo que no debemos ser ¿O será que lo somos?
La única gesta posible que podrá hacer del liberalismo una alternativa a tener en cuenta por más personas en este inefable país, es oponerse abiertamente a este gobierno y no dudar más. Menos aún, pensando en "el cuco". El liberalismo nunca se distinguió por ser un movimientos de cobardes, sino todo lo contrario. Y hoy estamos quedando como lo que no debemos ser ¿O será que lo somos?
jueves, 4 de abril de 2019
Argentina y el estallido social.
La Ciudad de Buenos Aires y parte del gran buenos aires, están nuevamente cortados por organizaciones sociales, movimientos políticos, piqueteros y agrupaciones sindicales. Nuevamente queda expuesta la falta de acción del actual gobierno para solucionar esta problemática, que ya parece ser algo crónico. En este muro se ha repetido hasta el hartazgo que es muy difícil crecer económicamente para brindar oportunidades a más y más personas, siempre que esto continúe en el tiempo, puesto que es una accionar estéril en términos económicos. Y es la mejora económica lo único que puede brindar soluciones a estas agrupaciones. Pero no solo es eso.
Estas agrupaciones -y también lo hemos repetido hasta el hartazgo en este muro-, se conformarían con estar igual que hoy pero bajo otro sistema económico-político a la alternativa de mejorar económicamente bajo el sistema que actualmente rige (mal que mal, cierta ficción de propiedad privada y cierta ficción de capitalismo argentino es el objetivo a combatir); su lucha es, ante todo, contra los símbolos del derecho anglosajón, de propiedad, de mercado y todo lo que tenga que ver con el sistema económico que rige desde que nuestra Constitución nos constituyó.
Recuerdo que días atrás no pude bajar de una autopista porque estaba bloqueada por un puñado de no más de 30 o 40 personas, alcancé a divisar la cara del Che Guevara retratada en una bandera roja. Eran las 9 de la noche. En ese momento pensé -mientras continuaba hasta la próxima bajada-, qué sucedería si realmente un grupo de Gendarmería fuera con bríos como nunca antes a sacar a esa gente de ese lugar para des-obturar esa bajada. Concluí que sería una escaramuza que probablemente dejaría heridos graves y hasta muertes, pero también que el líder de ese bloqueo, instantáneamente se coordinaría con cientos de otros líderes organizados y en no más de un par de horas, absolutamente todos los accesos principales y periféricos de prácticamente todos los municipios del conurbano, serían bloqueados por todas las organizaciones. Lo cual representaría un desmadre del problema. Y para solucionarlo, el gobierno no tendría más opción que emprender la retirada (retirada de todo el gobierno desde la cúpula hasta todo el gabinete) o profundizar con rigor experto la búsqueda del objetivo de la decisión tomada.
La primera alternativa dejaría el símbolo de la victoria a estas agrupaciones que pretenden el cambio de sistema. La segunda requiere de un gobierno preparado. Si se decide des-obturar una arteria, se debe saber que hay que tener preparados al menos 50 mil personas de la fuerza pública, diagramadas en lugares estratégicos para esperar el rebote y que no tome por sorpresa la respuesta a tal corrección civil en la acción de levantar el primer piquete. Si no se tiene bien coordinado este ejercicio, la acción siguiente puede decantar en lo que vulgarmente se denomina como "guerra civil", puesto que podría ser la ciudadanía afectada por el accionar de estas organizaciones la que finalmente se organice para tomar cartas en el asunto.
Hoy el gobierno ha tomado cartas en el asunto en las fronteras, y parece ser que pretende ir con pie firme contra lo que se denomina "bagayeros". La acción de estas personas no es la de obturar el proceso económico, sino de evadir las obturaciones oficiales para recrear otro proceso económico. El gobierno se ha empeñado en luchar ahí, pero aún no tiene intenciones (aún no se sabe si por falta de agallas o por condición objetiva y cruda certeza de imposibilidad) de dar la verdadera batalla para cambiar el estado de letargo de nuestra economía. La ingrata noticia es que esta decisión que hoy se continúa evadiendo, ya no se puede evadir más; está cada vez más cerca el momento del contraste de opciones indicado más arriba. No sucederá la situación de crecimiento y la "inclusión social" de estas organizaciones, sucederá que llegará el momento de optar por qué camino seguir; la retirada o la represión.
¿Ustedes qué elijen?
miércoles, 20 de marzo de 2019
El egoísmo altruista y el asedio de la usura.
Cuando Adam Smith conceptualizó el egoísmo como portador de altruismo en las relaciones económicas, claramente estableció que primero es la acción de dar, para luego recibir.
Sin embargo aquí lo interpretamos al revés; creemos que ese egoísmo en sentido económico significa algo así como la actitud del avaro que grita "mio mio mio!", siendo exactamente al revés. El egoísta "a la Smith" produce -y mucho- para gritar; "tuyo, tuyo, tuyo!". Para luego sí, pedir a cambio de esa entrega la contraparte que considera equivalente; "mío, mío, mío".
Al sentido altruista del egoísmo smithiano aquí se lo interpretó -y tradujo- como si se tratase del sentido usurario que empuja la codicia del avaro.
Si en el sentido smithiano quedó claramente establecido que la conducta económica básica de un sujeto libre en un mercado de producción libre, piensa en producir algo fértil y útil para obtener a cambio la satisfacción y el deseo que cubrirá sus anhelos, la interpretación que de ese proceso aquí se ha dado, indica que los sujetos libres en el mercado no se abocan a la producción fértil, sino a la especulación estéril para ganar a cambio -mediante engaño-, un valor inmerecido.
A partir de ahí, es lógico que por estos pagos todo el mundo piense en cómo regular más y mejor antes de pensar en la opción de dejar de regular. Que todo el mundo pida más Estado antes de pedir el retiro del mismo de las acciones cotidianas de nuestras vidas.
Somos un país construido bajo los universales equivocados; estamos convencidos que la usura del egoísta está siempre al acecho, esperando por nosotros a la vuelta de la esquina conforme tengamos a disposición más grados de libertad. Sin embargo, el movimiento tendencial del planeta entero indica que es precisamente al revés; a más libertad menos usura e injusticia. De no cambiar esta equivocación esencial en la interpretación de la acción económica libre -y hasta de la vida misma-, continuaremos marchando de manera inexorable hacia un destino de pobreza y miseria generalizada.
Pero hay un consuelo; siempre tendremos a mano algún buen pastor para alimentar a su famélico rebaño.
Sin embargo aquí lo interpretamos al revés; creemos que ese egoísmo en sentido económico significa algo así como la actitud del avaro que grita "mio mio mio!", siendo exactamente al revés. El egoísta "a la Smith" produce -y mucho- para gritar; "tuyo, tuyo, tuyo!". Para luego sí, pedir a cambio de esa entrega la contraparte que considera equivalente; "mío, mío, mío".
Al sentido altruista del egoísmo smithiano aquí se lo interpretó -y tradujo- como si se tratase del sentido usurario que empuja la codicia del avaro.
Si en el sentido smithiano quedó claramente establecido que la conducta económica básica de un sujeto libre en un mercado de producción libre, piensa en producir algo fértil y útil para obtener a cambio la satisfacción y el deseo que cubrirá sus anhelos, la interpretación que de ese proceso aquí se ha dado, indica que los sujetos libres en el mercado no se abocan a la producción fértil, sino a la especulación estéril para ganar a cambio -mediante engaño-, un valor inmerecido.
A partir de ahí, es lógico que por estos pagos todo el mundo piense en cómo regular más y mejor antes de pensar en la opción de dejar de regular. Que todo el mundo pida más Estado antes de pedir el retiro del mismo de las acciones cotidianas de nuestras vidas.
Somos un país construido bajo los universales equivocados; estamos convencidos que la usura del egoísta está siempre al acecho, esperando por nosotros a la vuelta de la esquina conforme tengamos a disposición más grados de libertad. Sin embargo, el movimiento tendencial del planeta entero indica que es precisamente al revés; a más libertad menos usura e injusticia. De no cambiar esta equivocación esencial en la interpretación de la acción económica libre -y hasta de la vida misma-, continuaremos marchando de manera inexorable hacia un destino de pobreza y miseria generalizada.
Pero hay un consuelo; siempre tendremos a mano algún buen pastor para alimentar a su famélico rebaño.
sábado, 16 de marzo de 2019
Poniendo en valor el dolor.
Observar el vídeo sollozante que dio a conocer Cristina Kirchner acompañada de un tema musical que induce a la tristeza, hablando de una supuesta dolencia de su hija, hace pensar que una persona que cree ese montaje de Cristina sobre su hija para justificar su viaje a Cuba, también cree que Estados Unidos Cortó la luz en Venezuela desde un búnker escondido en algún desierto de Nevada. Y que Néstor Kirchner nos vigila desde los Satélites Arsat I y II
Lo que está sucediendo con Cristina es sencillo de explicar; completamente quemado el dolor simbólico de los pañuelos blancos, esta gente ya no sabe de qué dolor agarrarse para marketinear el llanto adecuado y lograr la atención lastimosa que induce a la conmiseración y el voto condescendiente. Esto que está haciendo Cristina Kirchner al frotar adelante de todos la penuria de su hija para sacar una ventaja, es la típica acción de un carancho político.
Cristina Kirchner, si representa cabalmente a alguien o a algo, es a ñoquis y caranchos. Solo un ñoqui o un carancho puede estar pensando en ella como alternativa de vida mediante un voto teniendo adelante de sus narices la miseria que le actúan para obtenerlo. ¿Qué tendrán en la cabeza las personas que no pueden ver lo miserable de la acción de una madre que ante la noticia de un problema físico serio de su hija, en lugar de correr a acompañarla, traza especulaciones estratégicas en el armado de un vídeo comunicacional?
sábado, 2 de marzo de 2019
Heterodoxia, marxismo, sentido común e idiotez.
Marx definía como "economistas vulgares" a quienes quedaban encerrados en el mundo de las apariencias y no advertían la esencia de los fenómenos económicos. En esa línea criticaba a los que -según él- se quedaban tanteando precios y ni idea tenían de "valor" (antes de seguir aclaro que este escrito no es una alabanza a Marx ni a marxistas sino al contrario, es una crítica). Continúo.
Supuestamente Marx había encontrado la causa última de la dinámica económica del ser humano, y la denunció más o menos así; la explotación de unos sobre otros, en capitalismo, se exacerbaba sin ser percibida puesto que se había creado una superestructura institucional que, bien aceitada desde lo educativo, domesticaba al explotado mediante la transmisión de valores, creencias y costumbres justas para el interés explotador. De ahí que uno de los principales objetivos de las corrientes marxistas actuales es "luchar contra el sentido común" o (los más osados que intentan jugar con ironías sin ser creativos) tirar fogueo contra lo que entienden son "los principios morales de la clase media".
Es poco conocido en nuestros pagos que toda la estructura del edificio marxista de la teoría laboral del valor y la explotación laboral es falso -y con ello todo lo demás-. Que Eugen Böhm von Bawerk dejó patinando a Marx prometiendo una respuesta que nunca escribió. La respuesta la intentó Engels en los dos tomos siguientes de "El Capital", pero no es más que un galimatías.
Bien, ese yerro y esa falta de su conocimiento en nuestro medio lleva décadas y décadas de arrastre, empujando a un paradigma de pensamiento económico latinoamericanista que, en términos del propio Marx, serían los nuevos idiotas que se quedan tanteando, pero al revés. Creyendo que están saliendo de la vulgaridad del mundo de las apariencias, se empecinan en nadar en las esencias descartando lo obvio (creyendo que luchan contra el sentido común). Creen que son superiores a los economistas profesionales (especialistas en precios, escasez, abundancia y valoración subjetiva) y, petulantes, se auto validan citándose entre sí sus intrascendentes papers, convenciéndose de estar inventando la pólvora mojada. Por caso, cuando hablan de inflación se la pasan señalando a "los remarcadores y formadores de precios", sin advertir que eso es solo la apariencia. Esencialmente lo que está sucediendo es que el valor del papel que refleja esos precios está cayendo porque hay sobreoferta de él, por lo tanto, quien recibe ese papel en cambio de algo que ofrece, cada vez pide más de ese papel porque capta que el valor de lo que le están dando cae porque hay abundancia y nadie quiere eso. Por eso al pedir más, el reflejo es "precio que sube".
Y de esta manera, economistas que en apariencia se manifiestan como vanguardia mofándose de los "economistas vulgares" parados desde el pedestal neomarxista de la heterodoxia, en esencia no son más que idiotas que aún no advierten lo más básico de un proceso económico y (creyendo desprenderse del sentido común al que empuja la experiencia inmediata a los vulgares) cada vez que se les indica que hay un exceso monetario y por ello hay inflación (y por lo tanto no son los remarcadores de precios los causantes y ninguna política de control de precios será efectiva), contestan repitiendo la siguiente estupidez que ya es eslogan heterodoxo (reitero, creyendo que se van al mundo de las esencias) y dice así; "bueno, la inflación es un fenómeno multicausal". Esa definición es como dictaminar la probabilidad de una tormenta indicando algo así como que "un día de estos va a llover".
A veces luchar contra el sentido común puede llevarte a la supina idiotez de estar creyéndote un vanguardista, cuando en realidad no alcanzaste a captar que estás descartando lo obvio, como sucede con los verdaderos idiotas.
domingo, 10 de febrero de 2019
"Fuga de capitales" ¿encierro o conspiración?
¿Cuantas veces escuchaste hablar de "fuga de capitales" para acusar a quienes ponen a resguardo sus ahorros e inversiones como así también a quienes mejoran el rendimiento de sus carteras basándose en el movimiento de las mismas?
No pocas veces en nuestro medio se apela a ese estigma falaz para acusar económicamente a las personas y a las empresas de un delito que no cometieron. La pobreza suele ser la falsa prueba en la que se sustenta esa falsa acusación; "la fuga de capitales se paga con la pobreza del pueblo", nos dicen.
No olvidemos que solo en las cárceles la búsqueda de libertad queda interpretada como una fuga.
También encontramos quienes acostumbran utilizar este horrible formato de pensamiento cuando escuchamos hablar de "fuga de cerebros" (como si mantener cerebros en un corral fuera algo altruista!).
Partiendo nuevamente de recordar que toda fuga implica encierro, sería bueno preguntarnos qué implica para nuestra libertad que un grupo de prestidigitadores diseñen los términos institucionales por los cuales creceremos domesticados en la búsqueda por evitar "que nuestros cerebros se fuguen"; sin dudas un campo de concentración mental horripilante. Y esto no tiene categoría de correspondencia -en el sentido de diseño-, con un lugar donde se busca mantener las libertades individuales e institucionales económicas básicas para que se geste un desarrollo tal, que no solo no implique fuga, sino que también sea un punto de referencia de atracción. Esto último no es el resultado del diseño de una prisión, sino la lógica consecuencia de una secuencia libre.
¿Por qué los inversores ven en Estados Unidos uno de los lugares donde poner a resguardo sus inversiones y los científicos ven allí el lugar más importante para poder desarrollar y plasmar sus ideas? ¿Porque allí "hay más capacidad bélica y es la cárcel más cómoda" o porque allí están a resguardo sus libertades de decidir con independencia a la obligatoriedad burocrática de tener que cumplir?
Sería bueno que lo volvamos a pensar.
sábado, 2 de febrero de 2019
AMLO, México y lo modesto de una ambición mayor.
Asumió la presidencia de México Andrés Manuel López Obrador -amigo del eje bolivariano cubano- y ya comienzan los cambios simbólicos de sentido. Hace horas se ha puesto en duda la fecha del Gran Premio de México de Fórmula 1 a partir de 2020. La fecha 2019 ya está cubierta -el canon ya se pagó-. Observo con más detalle la noticia y veo que el argumento que esgrime Claudia Sheinbaum (Jefa de Gobierno de la Ciudad de México) informa que los 21 millones de dólares de canon que se paga para tener la fecha en el calendario (y que generalmente es por la vía de un préstamo que se le otorga a al país organizador), serán captados para al proyecto "Tren Maya". Un proyecto que pretende unir las principales ciudades de México.
Bueno, el objetivo de ese redireccionamiento presupuestario no es malo, claro está, de hecho, a golpe de vista parece tan bueno que cualquier persona sin conocimiento podría indicar que "es mejor destinar recursos en un tren para unir ciudades que en un Gran Premio de Fórmula 1". Veamos.
21 millones de dólares al año es una inversión insignificante para un proyecto ferroviario que pretende unir ciudades turísticas dentro de un país con 11 mil kilómetros de costa entre dos mares (8 mil kilómetros de costa en el pacífico y 3 mil en el Atlántico). Sin embargo, es una inversión proporcionalmente muy fuerte y rentable en aras del beneficio que para el sector turístico empuja el hecho de mantener un Gran Premio de Fórmula 1 en su fecha anual a lo largo del tiempo. No es casual que Rusia renueva un canon de 54 millones de dólares por mantener su fecha en la ciudad de Sochi, Abu Dhabi 49, Singapur 49, Malasia 48 y que el Principado de Monaco esté exento.
21 millones de dólares al año es una inversión insignificante para un proyecto ferroviario que pretende unir ciudades turísticas dentro de un país con 11 mil kilómetros de costa entre dos mares (8 mil kilómetros de costa en el pacífico y 3 mil en el Atlántico). Sin embargo, es una inversión proporcionalmente muy fuerte y rentable en aras del beneficio que para el sector turístico empuja el hecho de mantener un Gran Premio de Fórmula 1 en su fecha anual a lo largo del tiempo. No es casual que Rusia renueva un canon de 54 millones de dólares por mantener su fecha en la ciudad de Sochi, Abu Dhabi 49, Singapur 49, Malasia 48 y que el Principado de Monaco esté exento.
Veremos si esto es el principio del declive de las ambiciones mayores mexicanas y el comienzo de resultados menores, o si continúan en el sendero de inserción global que, en este ítem, se habían propuesto como complemento a su paquete de marketing turístico internacional y la sofisticación de su oferta.
Ah! lo olvidaba, y esperemos que de no hacerse el Gran Premio, las obras del Tren Maya finalmente se realicen!