viernes, 29 de septiembre de 2017

Abusos en el Nacional Buenos Aires.



Hace unas horas se supo que durante la toma del Colegio Nacional Buenos Aires hubo un abuso sexual durante los primeros días de la misma. El hecho se mantuvo oculto por más de 20 días por parte del Centro de Estudiantes. En el comunicado, el centro acusa al Director del Colegio y al Periodismo por "ventilar" este crimen con el "objetivo" de "deslegitimar el justo reclamo de los estudiantes". También acusan al "machismo imperante en la sociedad y a la responsabilidad del Estado en la perpetración de estos hechos y de este hecho". 

Estos chicos están un poco confundidos. Si ese es el nivel de racionalidad que poseen en el Centro de Estudiantes de ese colegio, me permito pensar que ese lugar ya no ha de tener ni un resto de papel higiénico del prestigio que supo poseer. Un comunicado que es un compendio de falacias, idioteces, lugares comunes, argucias politiqueras de muy bajo vuelo y excusas que se dejan ver como un encubrimiento.

Esos chicos deben ser sujetos de una acción penal por encubrimiento agravado. Silenciaron por 20 días un abuso sexual sin acusar formalmente, ante autoridad competente, el crimen silenciado. Y lo hicieron conociendo al perpetrador del hecho. En eso hay complicidad, mal que pese a quien le pese.

En el Nacional Buenos Aires hubo dos violaciones; una que sufrió la estudiante. Y la otra la sufrió la ciudadanía, tanto de ese establecimiento cuanto que también de la comunidad educativa y la ciudadanía toda de la República Argentina. Y esa violación la perpetró un grupo de estudiantes politizados que ya no tienen ni la más mínima consciencia de sus actos en tanto miembros de una sociedad civil.

Ya debería aparecer la denuncia correspondiente e iniciarse la acción penal o civil que corresponda. El rector de ese establecimiento; presentar su renuncia. Y el presidente del Centro de Estudiantes junto con la comitiva que estuvo al tanto de este encubrimiento y extendieron su silencio, expulsados de ese establecimiento y que afronten las acciones civiles correspondientes sin cubrirse con ningún tipo de altruismo institucional educativo.

Espero ansioso la postura del colectivo "Ni Una Menos" y la "Agrupación de Mujeres Pan y Rosas" -entre otras-, que tan combativas son ante estos casos. De hacer silencio ante esta aberración, el camino que queda es también denunciarlos. Aunque en el caso de estos últimos, una denuncia no ya por acción formal, sino una impugnación social de sus manipulaciones; denunciarlos por hipócritas y oportunistas políticos.

La politización de todo esto la porta el Centro de Estudiantes, y la portará también este tipo de organizaciones de no manifestarse como corresponde.

Es muy grave lo que ha sucedido.

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