Hace unos días que en Argentina hay un cura tercermundista, conocido como "Padre Paco", que pulula por los medios de comunicación alertándonos de "los peligros del capitalismo", el mercado, el "neoliberalismo", el gobierno de Macri y "la explotación de los poderosos en desmedro de los desposeídos" (entre otros slogans de militancia). Llama la atención ver que en cada mesa en la cual se sienta lo rodean especialistas de diferentes áreas y lo escuchan en silencio casi como quien escucha l conferencia de un premio Nobel. Pareciera ser que el Padre Paco es respetado por su investidura y por el supuesto rol que dice tener; es un cura tercermundista que vive la pobreza y hace militancia territorial para combatirla. Tal rol parece haberlo dejado con el derecho a hablar de lo que desee y opinar de todo tipo de conocimientos casi como si fuera un especialista. En los últimos días ha hablado de sistema financiero, tipo de camio, medición técnica de la pobreza, inflación, cualidad y calidad de activos y pasivos, deuda interna y externa. En definitiva, de cuestiones de las que no sabe absolutamente nada. Pero habla como si supiera y, reitero, lo escuchan como si se tratara de un premio Nobel. ¿Qué pasaría si invertimos la situación y en una mesa en donde debaten personas que se dedican a hacer asistencia social, un economista dijera -por caso a este cura conocido como "Padre Paco"- algo así?:
- "Lo que sucede con ustedes es que parten de una abstracción equivocada y desde ahí construyen los conceptos con los cuales toman decisiones de gestión de la pobreza que están completamente fuera de foco respecto de lo que necesita, esencialmente, una persona pobre para salir de su condición. Ustedes no entienden la pobreza pero la gestionan hace años, haciéndonos creer que saben algo pero nos estafan apelando a argumentos comunes que surgen de observar el proceso de pobreza solo al nivel de las apariencias".
Sería un horror para algunos y motivo de sorna para otros. Y aparecería una respuesta más o menos así:
- "¿Y usted señor economista quien se cree que es para hablar de lo que no sabe e intentar tamaña osadía de enfrentar a una persona comprometida, proba, de toda una vida de trayectoria al lado de la pobreza y ayudando a los que menos tienen, esos silenciados en los que nadie piensa?"
Y el economista pasaría a ser poco menos que un demonio para algunas personas, un imbécil para otras y un idiota descomprometido para otras más. Ahora bien.
Si esto es así en esa situación, entonces pregunto: ¿Quién puede explicar por qué ponen a sujetos como este "Padre Paco" a hablar de mercado, economía y "neoliberalismo" cuando a ciencia cierta no tiene ni la más remota idea de lo que habla?