jueves, 11 de junio de 2015

Espejismos

Lo que han dicho Cristina Fernández de Kirchner y Anibal Fernández al respecto de la pobreza, el mínimo de subsistencia y la comparación con Dinamarca y Alemania -en la cual se pone en un grado de superioridad a la Argentina-, es alarmante. Y no es alarmante porque lo han dicho ellos (que en parte de sus tareas deben ficcionar la realidad para guiar el pensamiento de sus receptores), sino por el nivel de la falacia sostenida que emana a consciencia de ser recibida con beneplácito por esos receptores.

Esos dos personajes se dieron a decir esa zoncera de la pobreza porque saben que la ridiculez no sería completa, y ahí está el problema; en quienes están aptos a creer que nuestra pobreza es inferior a la de Alemania, o que estamos mejor posicionados que Dinamarca. Repitámoslo una vez más: tanto la Presidente Argentina como su Jefe de Gabinete de Ministros sostuvieron ese argumento porque saben que hay una cantidad no menor de personas que se darán a la tarea de intentar defender esa posición. Hay una matriz de pensamiento en gran parte de la militancia y la ciudadanía apta para recibir esa comparativa con cierta anuencia -o al menos para no rechazarla con la vehemencia que corresponde-. A saber; el guadañazo igualitarista.

La característica de estas personas podría sintetizarse con un sencillo ejemplo. Supongamos una comparativa entre dos islas con sistemas contrapuestos -como Hong Kong y Cuba-. Estas personas van a sostener que -la a ciencia cierta miserable- Cuba, se encuentra en mejores condiciones que Hong Kong porque; "TODOS tienen sus dientes, acceso a la educación y salud básica y cubren las calorías mínimas. TODOS!!".

En cambio alcanzará con señalar UN SOLO HOMELESS en Hong Kong como prueba suficiente para que sostengan; "en esa isla asiática HAY OPULENCIA que no es lo mismo que riqueza. Y como domina la opulencia, domina aún más la TIRANÍA DE LA INJUSTICIA" (aunque esconderán los homeless de la isla caribeña diciendo que se corresponden a lo que había pasado hace más de 60 años cuando eran el "cabaret americano").

¿Se trata de personas esquizofrénicas, gente equivocada, un grupo de inescrupulosos o sencillamente un montón de nada que hemos legitimado vaya a saber mediante qué proceso?



lunes, 8 de junio de 2015

Argentina eliminó la pobreza

Si congelamos los parámetros con los que se mide una canasta básica a lo largo del tiempo, cuanto más se produzca menos pobreza medirá esa canasta, y es lógico. Un ejemplo; supongamos que congelamos la canasta básica con la que podría definirse una línea de pobreza a principios del siglo XIX, en plena Revolución Industrial. Dicha canasta contendría para una "familia tipo" -4 personas-, algo así como 40 kg de papas al mes, 15 kilogramos de trigo, algunos harapos y vasijas, 20 metros de cuerdas y algunas maderas.

Si dejamos congelado ese parámetro, deberíamos preguntarnos hoy cual es el precio de esa canasta. Y 600 pesos representarían ese consumo. O sea, toda familia cuyos ingresos sobrepasen 600 pesos no debe ser definida como pobre, precisamente porque el indicador así lo establece.

Congelar los bienes de una canasta básica a lo largo del tiempo para medir la pobreza en una sociedad que incrementa su producción, es lo mismo que congelar el parámetro de escala nominal con el cual se ingresa a pagar ganancias en un contexto de inflación. Ambas son formas de estafa; la primera es una estafa intelectual, la segunda es una estafa monetaria.

Cristina Kirchner en la entrega de premios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- sostuvo que argentina posee menos del 5% de pobreza y 1,27% de indigencia.

Es muy probable que su canasta de medición se remita al antiguo Egipto.