Ante la proximimdad de la muerte, algunas personas compiten con, y por las palabras; se interpelan, subliman, posiciónan e identifican, capitalizando un suceso y escapando así de un hondo pesar. Mientras tanto otras- generalmene menospreciadas ideológicamente por las primeras-, han comprendido con claridad que apoyarse en demasía en la palabra, podría sepultarlos de por vida...
Porque el saber no se obtiene buscando un conocimiento completo, sino captando nuestra ignorancia adecuada.
sábado, 30 de octubre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
Sentando precedentes
Observemos detenidamente quien comparte la mesa de exposición, uno de ellos es el líder sindical que estaría cuestionado luego de los desgraciados sucesos que coartaron la vida de Mariano Ferreyra. Esperemos que éste asesinato no quede impune...
Cristina Kirchner Jose Pedraza Hugo Moyano en el sindicato ferroviario from Jose Benegas on Vimeo.
Cristina Kirchner Jose Pedraza Hugo Moyano en el sindicato ferroviario from Jose Benegas on Vimeo.
martes, 19 de octubre de 2010
Saliendo del subsuelo
Luego de la finalización del rescate de los mineros en el desierto de atacama, son muchos los enfoques que se hacen del acontecimiento, tando por izquierda como por derecha. Me ha parecido interesante el enfoque de Mary Anastasia O'Grady que ha sido publicado en El Cato.
19 de octubre de 2010
Ahora hay que liberar a los emprendedores chilenos
por Mary Anastasia O'Grady
Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Las cosas no podrían haber salido mejor que en el milagro en el desierto de Atacama en Chile. El rescate de los mineros, sin embargo, también pone de relieve una realidad frustrante: Chile es la economía más moderna de América Latina pero carece de un nivel de influencia regional equivalente a su estatus económico. La razón, tal vez, sea la tendencia de su clase política a disculparse por las políticas que transformaron al país en un modelo de desarrollo.
Sin dudas, el presidente Sebastián Piñera es un héroe por los riesgos que asumió y su compromiso personal con rescatar a los mineros. Tampoco hay que olvidar que la empresa estatal de cobre Codelco lideró la operación. Eso debe haber presentado una cuota de enredos burocráticos y es un tributo más a las destrezas ejecutivas de Piñera.
Esta dulce victoria, no obstante, será fugaz a menos que Piñera, quien encabeza una coalición de centro-derecha, utilice su creciente capital político, en su país y en el extranjero, para promover las ideas que hicieron que su país fuera capaz de llevar adelante el rescate. Defender la democracia regional y reafirmar los valores chilenos deberían ser tareas fundamentales de su gobierno. También debería serlo promover los derechos económicos en su país, que marcarán la diferencia entre un renovado dinamismo chileno o un retroceso parecido al de Argentina.
El problema es que Chile sigue dependiendo de las liberalizaciones que se realizaron hace más de dos décadas. Desde entonces, los sucesivos gobierno de izquierda erosionaron tales reformas. No es de extrañar que el crecimiento de la productividad se haya reducido. De hecho, durante la gestión de la socialista Michelle Bachelet, la predecesora de Piñera, la productividad cayó un 1,6% anual. Asimismo, los regímenes represivos del continente han estado pisoteando a sus propios ciudadanos e incluso a sus vecinos sin objeciones de Santiago.
Durante sus primeros ocho meses en el cargo, Piñera no ha hecho mucho para retomar las políticas que provocaron el excepcionalismo chileno. Es como si le tuviera miedo a la izquierda. Eso no va a funcionar. Sin un esfuerzo audaz para reducir el tamaño del Estado y volver a dar rienda suelta al espíritu emprendedor, Piñera no podrá cumplir sus promesas electorales de crecer a un 6% anual y crear 200.000 empleos nuevos al año. Fue elegido para hacer esto y su presidencia será evaluada con estas metas.
Una desilusión temprana para los partidarios de la libertad en la región fue la decisión de Piñera de respaldar al socialista chileno José Miguel Insulza para un segundo mandato al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Durante su primer período a la cabeza del organismo, Insulza permitió que la institución fuera secuestrada por líderes como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, y no hizo nada para combatir su abuso de poder. Nunca ha quedado claro si es débil o tiene una simpatía intelectual por la izquierda tiranizante. Pero el apoyo de Piñera le garantizó un segundo mandato y aseguró que la OEA no haga nada para molestar a los peores tiranos de la región durante los próximos cinco años.
El propio Chile no es inmune a las violentas tácticas regionales. La presidenta argentina Cristina Kirchner se niega a extraditar a Galvarino Apablaza, quien está acusado de participar en el asesinado del senador chileno Jaime Guzmán en 1991. Este es un claro ejemplo de lo que consigue Piñera al estar demasiado interesado en llevarse bien con los matones del vecindario.
En el frente doméstico, las cosas no están mucho mejor. En respuesta a un devastador terremoto que sacudió al país poco antes de que Piñera asumiera la presidencia, el mandatario subió los impuestos. Lo justificó al decir que el gobierno necesitaba dinero para la reconstrucción. Pero cuando un shock a la oferta hace desaparecer el stock de capital, el gobierno debería trabajar para reducir el sufrimiento del sector privado, no aumentarlo.
Sin embargo, si de asaltos a la inversión se trata, los aumentos de impuestos de Piñera no son nada comparados con su veto unilateral a una planta a carbón planeada por la empresa energética europea GDF Suez en el norte del país. La empresa pasó cinco años trabajando para cumplir con las regulaciones medioambientales de Chile y el 24 de agosto obtuvo los permisos correspondientes. Pero cuando los "medioambientalistas" de izquierda organizaron protestas en todo el país, Piñera llamó a la empresa para decirle que iba a cancelar el proyecto. El 26 de agosto anunció que se había salido con la suya.
Ni que hablar del cumplimiento de la ley, ni mucho menos del crecimiento económico. Chile sin dudas tiene escasez de energía producida en el país y su decisión ha planteado incertidumbre sobre cómo hará frente a sus necesidades para el siglo XXI.
Piñera indicó que sucedió por única vez, y durante una entrevista con The Wall Street Journal en septiembre también hizo hincapié en que los aumentos fiscales son temporales. Sin embargo ahora aumenta las regalías que le pagan las empresas mineras al Estado, lo cual es un impuesto con otro nombre. Su gobierno afirma que quiere mejorar el entorno de negocios, pero la confianza se desvanece.
El espectacular rescate de los 33 mineros atrapados la semana pasada fue una señal de lo mucho que Chile se ha distanciado del socialismo del Tercer Mundo. Pero si el presidente Piñera no tiene cuidado, Chile podría volver a terminar allí.
Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 18 de octubre de 2010.
19 de octubre de 2010
Ahora hay que liberar a los emprendedores chilenos
por Mary Anastasia O'Grady
Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Las cosas no podrían haber salido mejor que en el milagro en el desierto de Atacama en Chile. El rescate de los mineros, sin embargo, también pone de relieve una realidad frustrante: Chile es la economía más moderna de América Latina pero carece de un nivel de influencia regional equivalente a su estatus económico. La razón, tal vez, sea la tendencia de su clase política a disculparse por las políticas que transformaron al país en un modelo de desarrollo.
Sin dudas, el presidente Sebastián Piñera es un héroe por los riesgos que asumió y su compromiso personal con rescatar a los mineros. Tampoco hay que olvidar que la empresa estatal de cobre Codelco lideró la operación. Eso debe haber presentado una cuota de enredos burocráticos y es un tributo más a las destrezas ejecutivas de Piñera.
Esta dulce victoria, no obstante, será fugaz a menos que Piñera, quien encabeza una coalición de centro-derecha, utilice su creciente capital político, en su país y en el extranjero, para promover las ideas que hicieron que su país fuera capaz de llevar adelante el rescate. Defender la democracia regional y reafirmar los valores chilenos deberían ser tareas fundamentales de su gobierno. También debería serlo promover los derechos económicos en su país, que marcarán la diferencia entre un renovado dinamismo chileno o un retroceso parecido al de Argentina.
El problema es que Chile sigue dependiendo de las liberalizaciones que se realizaron hace más de dos décadas. Desde entonces, los sucesivos gobierno de izquierda erosionaron tales reformas. No es de extrañar que el crecimiento de la productividad se haya reducido. De hecho, durante la gestión de la socialista Michelle Bachelet, la predecesora de Piñera, la productividad cayó un 1,6% anual. Asimismo, los regímenes represivos del continente han estado pisoteando a sus propios ciudadanos e incluso a sus vecinos sin objeciones de Santiago.
Durante sus primeros ocho meses en el cargo, Piñera no ha hecho mucho para retomar las políticas que provocaron el excepcionalismo chileno. Es como si le tuviera miedo a la izquierda. Eso no va a funcionar. Sin un esfuerzo audaz para reducir el tamaño del Estado y volver a dar rienda suelta al espíritu emprendedor, Piñera no podrá cumplir sus promesas electorales de crecer a un 6% anual y crear 200.000 empleos nuevos al año. Fue elegido para hacer esto y su presidencia será evaluada con estas metas.
Una desilusión temprana para los partidarios de la libertad en la región fue la decisión de Piñera de respaldar al socialista chileno José Miguel Insulza para un segundo mandato al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Durante su primer período a la cabeza del organismo, Insulza permitió que la institución fuera secuestrada por líderes como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, y no hizo nada para combatir su abuso de poder. Nunca ha quedado claro si es débil o tiene una simpatía intelectual por la izquierda tiranizante. Pero el apoyo de Piñera le garantizó un segundo mandato y aseguró que la OEA no haga nada para molestar a los peores tiranos de la región durante los próximos cinco años.
El propio Chile no es inmune a las violentas tácticas regionales. La presidenta argentina Cristina Kirchner se niega a extraditar a Galvarino Apablaza, quien está acusado de participar en el asesinado del senador chileno Jaime Guzmán en 1991. Este es un claro ejemplo de lo que consigue Piñera al estar demasiado interesado en llevarse bien con los matones del vecindario.
En el frente doméstico, las cosas no están mucho mejor. En respuesta a un devastador terremoto que sacudió al país poco antes de que Piñera asumiera la presidencia, el mandatario subió los impuestos. Lo justificó al decir que el gobierno necesitaba dinero para la reconstrucción. Pero cuando un shock a la oferta hace desaparecer el stock de capital, el gobierno debería trabajar para reducir el sufrimiento del sector privado, no aumentarlo.
Sin embargo, si de asaltos a la inversión se trata, los aumentos de impuestos de Piñera no son nada comparados con su veto unilateral a una planta a carbón planeada por la empresa energética europea GDF Suez en el norte del país. La empresa pasó cinco años trabajando para cumplir con las regulaciones medioambientales de Chile y el 24 de agosto obtuvo los permisos correspondientes. Pero cuando los "medioambientalistas" de izquierda organizaron protestas en todo el país, Piñera llamó a la empresa para decirle que iba a cancelar el proyecto. El 26 de agosto anunció que se había salido con la suya.
Ni que hablar del cumplimiento de la ley, ni mucho menos del crecimiento económico. Chile sin dudas tiene escasez de energía producida en el país y su decisión ha planteado incertidumbre sobre cómo hará frente a sus necesidades para el siglo XXI.
Piñera indicó que sucedió por única vez, y durante una entrevista con The Wall Street Journal en septiembre también hizo hincapié en que los aumentos fiscales son temporales. Sin embargo ahora aumenta las regalías que le pagan las empresas mineras al Estado, lo cual es un impuesto con otro nombre. Su gobierno afirma que quiere mejorar el entorno de negocios, pero la confianza se desvanece.
El espectacular rescate de los 33 mineros atrapados la semana pasada fue una señal de lo mucho que Chile se ha distanciado del socialismo del Tercer Mundo. Pero si el presidente Piñera no tiene cuidado, Chile podría volver a terminar allí.
Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 18 de octubre de 2010.
miércoles, 6 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
IMAGINACION
Imaginemos que nos enteramos, gracias a un nuevo relato histórico sustentado en una consistente pesquisa, que la Madre Teresa de Calcuta por las noches regenteaba sendos prostíbulos. Imaginemos que súbitamente el padre Farinello deja entrever que su verdadera fuente de ingresos se corresponde a su rol de líder de un cártel de droga. También que Hebe de Bonafini siempre fué uno de los miembros más reconocidos dentro de las filas de Opus Dei...
Ahora Imaginemos que un cantante que delineó su carrera sobre la base de una lucha por la identidad y la memoria, de repente negó toda su vida la identidad y la memoria.
Éste últmo ejemplo no ha sido una mera fantasía, sino una cruda realidad. Victor Heredia, puede brindarnos todo un ejemplo de doble moral. Al igual que ése exasperante temblequeo de su voz y sus constantes desafinos, el temblequeo de su ética lo pone en ridículo en el ocaso de su carrera...
http://www.perfil.com/contenidos/2010/09/30/noticia_0015.html
Ahora Imaginemos que un cantante que delineó su carrera sobre la base de una lucha por la identidad y la memoria, de repente negó toda su vida la identidad y la memoria.
Éste últmo ejemplo no ha sido una mera fantasía, sino una cruda realidad. Victor Heredia, puede brindarnos todo un ejemplo de doble moral. Al igual que ése exasperante temblequeo de su voz y sus constantes desafinos, el temblequeo de su ética lo pone en ridículo en el ocaso de su carrera...
http://www.perfil.com/contenidos/2010/09/30/noticia_0015.html